Lucía Maceira, una joven de Silleda (Pontevedra) estudiante de último año de Publicidad, se ha propuesto a toda costa evitar que su padre sacrifique para Navidad un cordero criado en la finca familiar, quien “medio en broma” le propuso que reuniera 500 firmas y le concedería el indulto: “Me lo dijo para chincharme casi seguro”, explica Lucía, pero la joven buscó la manera de conseguirlas, haciendo una petición en la plataforma Change.org.

Almodóvar es un cordero de unos cuatro meses “muy especial”, explica Lucía, “más cariñoso de lo habitual” al que le gustan mucho las caricias y al que le han cogido mucho apego todos, incluido el padre de Lucía, que no quiere que se tilde de ogro malvado: “Él también le tiene cariño, pero lo crió para eso y es más consciente que yo del trabajo que supondría mantenerlo en la finca como mascota”; “y yo no puedo ocuparme de él”, añade, incidiendo que estudia en Pontevedra y que en breve empezará las prácticas de la carrera.

‘Almodóvar’, bautizado así por Lucía y su madre tras asistir al estreno de la última película del cineasta, se ha ganado el cariño de un puñado de internautas que han votado para salvarlo de la olla (unos 296 en el momento de redactar este texto), y aunque todavía quedan más de la mitad de las firmas hasta reunir las necesarias para el indulto, Lucía no pierde la esperanza.

En su iniciativa en la plataforma solidaria, la joven describe a su amigo de cuatro patas como “un pequeño corderito que vive felizmente en Fiestras, Silleda. Es cariñoso y amigable, le encantan los mimitos y no duda en acercarse para que le des caricias”, algo muy extraño en los rumiantes según parece.

También explica que “le encanta mordisquear verduritas frescas y corretear por la finca”, donde le gustaría que siguiese hasta hacerse mayor y se muriese de viejito.

Antes de que Lucía pusiese en marcha esta campaña en Internet, sus padres le habían planteado la posibilidad de hacer rifas y sortearlo, algo que hicieron en el pasado con otro cordero criado a biberón, pero Lucía es clara: “No quiero que acabe en el plato de nadie”, así que esa opción fue descartada.

También se ha descartado la opción de dejarlo en el rebaño como carnero, porque la consanguinidad con su madre podría derivar en malformaciones en las futuras crías o enfermedades, así que la única alternativa válida es reunir las 500 firmas y que el padre de Lucía recapacite y ponga en su mesa otro manjar menos adorable.

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