La impotencia de un padre cuyo hijo fue brutalmente agredido por una pandilla en Vigo: “Es una película de terror que nos tocó vivir”

“El chico ahora mismo está triste porque no puede hacer vida normal”. El padre de un adolescente de Vigo que desde hace dos años sufre continuas amenazas por parte de una pandilla de “matones” que merodea la ciudad, empieza así su relato para describir el calvario por el que está pasando su hijo.

No quiere dar su nombre, ni el del menor, ni siquiera el de los agresores, que ya han sido identificados por la Policía; tan sólo quiere que dejen en paz a su hijo de 14 años quien, tras un largo tiempo de amenazas, persecuciones y acoso, ha sido víctima de una brutal agresión que lo llevó al hospital, donde tuvo que ser intervenido de urgencia por un otorrino debido a un corte profundo que le provocaron en una zona delicada de la oreja.

Una “discusión tonta” que dio pie a un calvario

Todo empezó en un torneo de fútbol en verano que se celebraba en la ciudad y en el que participaba el menor. Tras disputar un primer encuentro, se produjo un enfrentamiento con los integrantes del conjunto rival y mientras esperaba en la grada para jugar un segundo partido, fue objeto de burlas. Nada hacía presagiar que “esa discusión tonta” daría pie al calvario que vendría después pero uno de los jugadores rivales se integró en una pandilla “que se dedica a dar palos por la ciudad” y a raíz de ahí “empezaron las amenazas y el acoso a mi hijo”, relata el progenitor.

El hombre explica que “eran amenazas, enseñarle armas que nunca llegaban a nada”, hasta que un día de septiembre “uno de la pandilla subió la intensidad, empezó a pegarle puñetazos, a encerrarlo, a asustarlo más, y mi hijo reaccionó pegándole un botellazo para defenderse”. Eso encendió los ánimos de los pandilleros, que a su vez conocían a otra gente que se unió a la causa: hacerle la vida imposible a Lucas (nombre ficticio). Desde entonces, cuenta, "el acoso se volvió insoportable”.

“Me dieron su palabra de que no le iban a hacer nada”

El chico fue sometido a “continuas amenazas y a una persecución constante” pero no contó nada, explica Andrés: “Me enteré a toro pasado, no me informó hasta que la cosa pasó a mayores”. Tal era el temor del chaval, que se encerró durante tres meses en casa, hasta que el padre decidió intervenir y mediar, pero no funcionó: “Me dieron su palabra de que no le iban a hacer nada y salió de casa una vez, pero le vinieron por la espalda y no le dejaron ni girarse”.

Los amigos de Lucas contaron entre 20 y 25 agresores, él no pudo ni defenderse, se vio acorralado y recibió puñetazos en la cara y el abdomen, así como el corte en la oreja relatado. En este punto, su padre explica que uno de los amigos que lo acompañaba logró quitarle de encima a tres agresores “y mi hijo pudo escapar, si no él no salía de allí”, detalla.

“Una película de terror que nos tocó vivir”

“Es un película de terror que nos tocó vivir”, concluye Andrés, que añade que “hay mucha gente con miedo e incluso policías”, asegura. Su hijo, el más perjudicado, “quizás es quien mejor lo está llevando”, cuenta, “está tranquilo dentro de lo que cabe, es un hombre”, explica.

Solo quiere que esta pesadilla termine y poder llevar la vida que debería llevar un niño de 14 años: ir al instituto, centrarse en sus estudios, su deporte y divertirse con sus amigos. No pide más. 

Convocada una manifestación para acabar con la pandilla de agresores

Una madre de Vigo, que se identifica con el seudónimo Kautar, ha convocado una manifestación en la ciudad para el día 18, para reclamar medidas contra esta y otras pandillas juveniles que, presuntamente, pegan a los menores de la zona y graban vídeos de las palizas que suben a las redes sociales.

El último incidente que achacan a una de estas pandillas fue el sufrido por el hijo del padre entrevistado por Informativos Telecinco, cuyas imágenes se han hecho virales y generado alarma entre los padres.

La convocante de la manifestación indica que ya ha obtenido autorización gubernamental y pide “endurecer las leyes penales para que se ampare al menor”.

Solicita que “se dicten órdenes de protección y alejamiento para los perjudicados”. Según esta madre, preocupada por el auge de los pandilleros en Vigo, sería “dictar una orden de alejamiento de la víctima”, algo que pedirá en la manifestación del día 18 de diciembre.

Esta activista, muy activa en redes sociales, se colocó este martes ante las puertas de la Cidade da Xustiza de Vigo para anunciar la movilización, donde retomó su actividad el miércoles con el cartel promoviendo la manifestación.

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