Los ‘no show’ o reservas fantasma, la práctica de reservar mesa en bares y restaurantes para luego no aparecer ni cancelar, han obligado a los hosteleros del país a tomar medidas y endurecer sus políticas de cancelación. El último plantón que llamó la atención de los medios en Galicia fue hace menos de un mes, cuando la gerente de un restaurante de Valdoviño (A Coruña) se enteró en la víspera de un banquete de bodas que se había cancelado el evento al llamar a los novios para ultimar detalles de la decoración.

Pero lejos de ir a menos, este tipo de prácticas que causan tantos problemas a los hosteleros se han extendido también a otros sectores como el de los centros de estética o, ahora también, los albergues, sobre todo a los del Camino de Santiago (más concurrido que nunca) que denuncian que a veces tienen que “decirles que no” a peregrinos que vienen cansados porque las camas las tienen reservadas “y luego no aparecen los clientes”, explican, con el consiguiente malestar para el peregrino y la pérdida económica para el hostelero.

El presidente de la Asociación Gallega de Albergues Privados (Agalber), Miguel Ángel Fernández, que regenta su propio negocio en Fonfría (Lugo), explica que es una práctica que se empezó a notar tras la pandemia, al comprobar que la gente reservaba mucho más. Esto, que de entrada no tenía por qué ser algo contraproducente, dio lugar a la picaresca de reservar en varios albergues para luego ir “solo al que les gusta más o les cae más cerca sin cancelar los otros”, asegura el empresario.

Esta mala costumbre, más extendida de lo deseable, ha dado lugar a una “lamentable paradoja: viajeros sin un lugar donde dormir y camas vacías” a lo largo y ancho del Camino, apunta La Voz de Galicia.

La solución a este problema podría ser inminente. Según el portavoz de los albergues privados gallegos, hay muy pocos negocios que tengan aplicaciones de gestión profesional de reservas, lo que los hace más vulnerables a este tipo de prácticas, así que desde su asociación están intentando ponerle fin con la puesta en marcha de una web que incluye un sistema de reserva bajo petición de datos de la tarjeta: la Book Albergue, similar a una web de reservas al uso.

El hecho de dar los datos de la tarjeta hace que el cliente se tome en serio la gestión de la reserva, y, por experiencia, Fernández asegura que “si no viene, cancela”.

Miguel Ángel García tiene la esperanza de que el nuevo sistema sea una ayuda para acabar con los ‘no show’ en los albergues, aunque admite que “no están todos, ni mucho menos”.

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