El calor y la falta de semilla provocan la peor cosecha de mejillón en la última década en Galicia

  • El 97% de todo el mejillón de España se produce en las rías gallegas

  • En 2023, la producción se redujo un 23% respecto al año anterior

  • El CSIC está desarrollando un sensor con el que monitorizar su salud en tiempo real

El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) está desarrollando un sensor de bajo coste con el que monitorizar en tiempo real la salud de los mejillones en las bateas, que se testará en las rías gallegas y en el Delta del Ebro.

La herramienta permitirá anticiparse a episodios de estrés en estos moluscos para actuar en consecuencia, y no es casual que se pruebe en los escenarios gallego y catalán ya que, en 2022 y 2023, ambas zonas padecieron efectos climatológicos adversos, que resultaron devastadores para la producción de mejillones.

En la zona de Cataluña, la temperatura del mar superó los 30 grados durante casi seis semanas consecutivas en 2022, liquidando prácticamente toda la cosecha que quedaba en la bahía del Fangar (unos 150.000 kilos) así como las crías de la siguiente campaña.

Algo parecido sucedió en Galicia el año pasado, aunque “con efectos mucho peores ya que en sus rías se cultiva el 97% de todo el molusco del país”, informa Faro de Vigo.

“Serios problemas” para la producción

Las afirmaciones del CSIC las corrobora la Asociación Empresarial de Acuicultura de España (Apromar), en un balance que ha publicado con la evolución de la actividad en 2023, donde asegura que “el subsector del mejillón ha pasado por serios problemas”.

Según explican, a las “dificultades para conseguir la semilla” para encordar en los viveros se sumó la baja producción por la “debilidad y mala fijación de la semilla de 2022, y un desove irregular por culpa de la subida de las temperaturas”.

“Peor año de producción de los 10 últimos”

En consecuencia, añaden, “resultó ser el peor año de producción de los 10 últimos”, con una producción que apenas llegó a las 182.790 toneladas, un 23,2% menos que en el ejercicio anterior y muy lejos de las 233.000 toneladas del promedio de la década.

Desde Apromar aseguran que el sector afronta “un grave problema”, al experimentar “una caída de la semilla de las rocas en las que suele crecer” y a “la competencia por el uso del espacio de recolección con el sector del percebe”.

Pese a la fortísima bajada de la producción, el mejillón aguantó como líder de la acuicultura española el año pasado, seguido de la lubina, la trucha arco iris, la dorada y el atún rojo.

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