Yohanna Comesaña volvió a nacer el pasado 14 de septiembre, cuando Borja Rial, su ex pareja de 41 años y oriundo de Vincios, Gondomar (Pontevedra), la roció con gasolina y le prendió fuego con intención de acabar con su vida.
Hoy, todavía con secuelas de la terrible agresión, nos cuenta con una entereza abrumadora cada detalle de lo que pasó aquel día ya que “para bien o para mal”, explica, lo recuerda todo: “Yo me veo envuelta en llamas y me tiro al suelo para intentar sofocarlas, mientras él sigue ahí, precisamente pendiente de que no las apague”.
Explica como pensó “fríamente” en fingirse muerta para que el agresor desistiese y abandonase el lugar, “y funcionó”; para entonces el fuego ya había quemado el 35% de su cuerpo, y aunque está viva para contarlo, en el hospital tuvieron que inducirle un coma para que pudiese soportar el dolor que le provocaban sus heridas.
Durante su sedación, Johanna explica que revivió la escena en repetidas ocasiones: “Tuve pesadillas superrealistas, que me provocaron picos de tensión”, lo que le infundiría un miedo atroz a que la sedaran de nuevo para las operaciones que necesitaba: “Me creaba ansiedad, pánico, que me volviesen a dormir y tener que volver a pasar por esos sueños tan realistas, me daban ataques de ansiedad, lo pasaba fatal”, detalla.
Otra de las cosas que peor ha llevado Johanna ha sido que tras 5 operaciones, la primera vez que consiguió mirarse al espejo fue días antes de recibir el alta y asegura no reconocerse, aunque tiene esperanzas de recuperarse por completo y no tener apenas secuelas.
De los 6 años de relación que tuvo con su agresor en los que manifiesta haber sufrido maltrato psicológico, Johanna ha reunido la suficiente experiencia como para aconsejar a quien, como ella, aguanta una relación por lástima o pensando que su pareja cambiará: “Llega un punto que lo normalizas”, asegura, pero “yo nunca fui tan feliz en 7 años como en los últimos tres meses antes de la agresión (después de dejarle), y me pregunto, ¿por qué no lo hice antes?: Me aferré a él por pena pero no era feliz”, se responde a sí misma.
La superviviente asegura: “El maltratador no va a cambiar nunca, no tiene sentido aguantar la relación”, así que, aconseja a quienes están en su misma situación: “Que desistan cuanto antes y que pidan ayuda”.
Johanna concluye su testimonio para Informativos Telecinco asegurando que su mayor temor es lo que pueda pasar en el futuro cuando salga de prisión y sabiendo que mientras esté entre rejas va a “vivir tranquila”.
Suscríbete a las newsletters de Informativos Telecinco y te contamos las noticias en tu mail.
Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y conoce toda la actualidad al momento.