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La Justicia gallega le ha dado la razón a una mujer de 37 años y con residencia en la provincia de Ourense, a quien los médicos confundieron un tumor de 6 kilos que tenía en su útero con gases y estreñimiento, y que tuvo que acudir a la sanidad privada para recibir el diagnóstico de su dolencia.
El Sergas ha sido condenado a indemnizarla con 20.000 euros al no haberle detectado el enorme mioma uterino benigno que crecía en su interior en sus consultas y, por tanto, haber alargado el sufrimiento de la mujer durante 5 meses.
Pese a que la paciente explicó en varias ocasiones y a varios especialistas (médico de cabecera, médicos del punto de atención continuada y médicos del servicio de urgencias del hospital) que sufría fuertes y prolongados dolores estomacales, ninguno de ellos le ofreció una solución definitiva a su problema y se limitaron a recetarle paracetamol intravenoso, alprazolam y lactulosa, para gases y estreñimiento, sin pedir una ecografía abdominal.
Al no encontrar mejoría e incrementar sus visitas a urgencias, la mujer acudió a un centro privado donde, según explica la prensa local, le realizaron un TAC cuyo resultado fue claro: un mioma uterino de seis kilos de peso “con extenso crecimiento hacia la cavidad abdominal”, presentando un diámetro máximo de “26 centímetros”.
El informe añade que no constaba evidencia tumoral en la zona y que los ovarios no se vieron afectados.
La mujer fue sometida de forma inmediata a una cirugía que le resolvió el problema, celebrando que el tumor resultó ser benigno.
No obstante la paciente, que consideraba que en su caso hubo negligencia, presentó reclamación ante el Servicio Galego de Saúde, que rechazó la petición y la obligó a recurrir a la vía judicial de la mano del abogado Cipriano Castreje, conocido por haber ganado casos con indemnizaciones millonarias por negligencia médica en Galicia.
La paciente tuvo que llevar su caso al Tribunal Superior de Xustiza de Galicia al haber sido rechazada su petición por los jueces de primera instancia. Apeló ante el Contencioso-Administrativo del TSXG y, esta vez, los magistrados sí le dieron la razón, en parte, a la mujer, condenando al Sergas a indemnizarla con 20.000 euros por haberla privado durante meses de un diagnóstico certero, que presumiblemente llegaría al realizarle la ecografía abdominal que tenía citada para dos meses después de serle detectado el tumor en la sanidad privada.
La justicia considera que no hubo mala praxis pero sí una ‘pérdida de oportunidad’ al no haberse realizado la ecografía abdominal “en un tiempo razonable”.
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