Aparecen, en un cementerio de Narón, A Coruña, huesos de piernas con botas y cráneos con señales de bala que corresponden a militares fusilados

  • Hasta el cementerio de O Val, en Narón, se acercaron los nietos de algunos de los asesinados, que están profundamente “impresionados”

  • La excavación pertenece al grupo Histagra de la USC, en colaboración con la empresa Tempos, que aseguran “queda mucho por investigar”

  • Según ha trascendido, los restos corresponden a algunas víctimas del acorazado republicano España, fusilados en diciembre del 36

Un grupo de historiadores, arqueólogos y forenses estudian los restos de varios fusilados durante la Guerra Civil que han aparecido recientemente en el cementerio de O Val, en Narón (A Coruña).

En dicho camposanto, el grupo de excavación de Histagra (grupo de la USC) en colaboración con la empresa Tempos, han hallado varios huesos de piernas con botas militares y cráneos con señales de bala amontonados en alguna fosa, y alineadas como en un rito funerario en otras.

La mayoría correspondería a la tripulación del acorazado republicano España, apresada por el bando franquista en Ferrol y trasladada en camiones hasta el cementerio en el que fueron encontrados.

Según ha trascendido, fueron fusilados en la noche del 26 al 27 de diciembre de 1936, aunque se desconoce a cuántas personas corresponden los restos, así como sus identidades.

En la tanda en la que fueron fusiladas unas 32 víctimas del acorazado, se sospecha que también fueron fusilados otros dos marineros del Contramaestre Casado, aunque aún “falta mucho por investigar”, aseguran los responsables.

 

Huesos de piernas con botas militares y cráneos con signos de violencia

El médico forense, Fernando Serrulla, ha viajado hasta la zona para valorar lo encontrado y asegura que se han hallado vario momentos temporales de enterramientos, por lo que se podría hablar de siete períodos de fusilamientos y siete fosas”.

En concreto, cita espacios clandestinos de enterramiento, “algunos colectivos con cuatro fusilados y otros individuales”, donde se encontraron cráneos con signos de violencia.

“Para conseguir más información, habrá que excavar debajo de los nichos”, confiesa el especialista, para lo que necesitaría la autorización de las familias propietarias, del Concello de Narón y de la Iglesia (propietaria del cementerio).

Con todo, Serrulla explica que “es un hallazgo muy importante porque se confirma nuestra hipótesis de que aquí hay varias fosas”.

 

“Restos removidos para tapar algo que no debería ser tapado”

La Voz de Galicia ha sido testigo de la llegada de algunos familiares al lugar donde se encontraron los restos como Estefanía Pérez, cuyo abuelo Manuel Fernández Arias fue fusilado en las Navidades del 36 como miembro del acorazado y enterrado allí. Asegura sentirse “impresionada y enfadada porque lo que les hicieron es muy triste, pero también contenta por el hallazgo”.

Le impresiona “ver los restos amontonados unos encima de otros, removidos para tapar algo que no debería ser tapado”, y pide la involucración del Concello “para que continúen las prospecciones y se hable con las familias propietarias de los nichos”.

Hasta el lugar también se acercaron miembros de la asociación Memoria Histórica Democrática como Manuel Fernández Pita y Fernando Ocampo, e historiadores como Bernando Máiz y Xosé Manuel Suárez, quien apunta que aunque ya se sabía que los cuerpos estaban allí, “se abre la fosa original, y es como abrir un libro por primera vez”, confiesa.

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