La Audiencia Provincial de A Coruña ha escuchado hoy las versiones de los principales sospechosos del brutal asesinato de Samuel Luiz que permanecen en la cárcel: Diego M., Alejandro F. y Kaio A. En declaraciones en la sala, el primero ha querido “pedir perdón a la familia” del joven asegurando que todo empezó por su culpa.
"Cuando veo a Samuel en el suelo está a unos ocho metros, tirado en la carretera. Había como dos tres o cuatro personas a su alrededor y me marcho, creo que por la calle Riazor". "Me entero de verdad de la muerte de Samuel al día siguiente, cuando me levanto". "Borré información del teléfono porque estaba muy asustado. No sé ni que borré". "Todo este juicio provoca muchas cosas en mí. Quiero pedir perdón a la familia de Samuel porque todo empezó por mi culpa y les pido perdón porque si no es por mí estaría vivo", ha dicho Diego M. entre lágrimas.
Alejandro F.G., también acusado de participar en la paliza mortal a Samuel Luiz y de realizarle la llave 'mataleón' -- una técnica de estrangulamiento que puede hacer perder el conocimiento a la víctima -- se ha declarado inocente del delito de asesinato que se le imputa y por el que Fiscalía y acusaciones le piden 22 años de cárcel.
"En ningún momento le lancé puñetazos", ha dicho al contestar solo a preguntas de su abogado, en el juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de A Coruña, con Tribunal del Jurado, y al optar hacerlo al término de las testificales y periciales.
"Vi a Diego forcejeando con otro chico, estaban solos de pie", ha relatado sobre el primer momento a la salida de un local de ocio en el paseo marítimo coruñés. "Fue una reacción instintiva al pensar que se estaba pegando con Diego", ha añadido sobre el que presuntamente inició la agresión y tras precisar que agarró a la víctima por la espalda y cayeron al suelo.
No obstante, ha negado que lo intentase ahogar. "Solo forcejeamos unos segundos". Esto para luego indicar que él no ha practicado "nunca" artes marciales. "Ni sabría hacer una técnica así", ha apostillado sobre la del mataleón que se le atribuye.
"Si me hubiera dado cuenta de lo que estaba pasando, juro por Dios que hubiera intentado parar la agresión". "Muy arrepentido por lo que hice", ha asegurado en otro momento de su declaración para apostillar: "Creo que Samuel no murió por mi culpa".
Por su parte, Kaio A., el tercero de los principales sospechosos que permanece en la cárcel y que ha prestado hoy declaración, ha señalado que "nunca" tocó a Samuel "ni para pegarle ni para robarle".
"Llevo tres años preso, me ha partido la vida y nunca golpeé a Samuel", ha asegurado, también entre lágrimas.
Kaio, para el que se reclaman 27 años por asesinato y robo del móvil de Samuel, ha limitado su intervención el día de los hechos a un intento de separar a los dos anteriores, a los que ha situado en la agresión.
"Nunca lo toqué", ha asegurado para rechazar que, como sostienen policías que visionaron imágenes o algunos testigos, lanzase una patada.
En su declaración, Kaio se ha mostrado sereno y únicamente se le ha visto emocionado al hablar de las peticiones que hizo a conocidos y no conocidos para que hablasen bien de él en redes sociales cuando se le vinculaba con los hechos.
"Yo siempre estuve más alejado", ha dicho en un relato de los hechos en los que admitió que cogió un móvil, sin saber que era de la víctima, y que se enteró de ello por "las noticias".
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