Lleva el coche a un taller de Vigo por las emisiones de gases y lo recoge con una avería grave en el motor

  • Según parece, en el taller condenado dejaron sin tapar el depósito de agua/refrigerante del coche

  • Éste se quedó sin agua y se sobrecalentó el motor, provocando una avería grave en la culata

  • Una jueza condena al establecimiento a pagar la reparación realizada en otro taller, y valorada en casi 3.500 euros

Una viguesa, dueña de un coche de la marca Mini Cooper, ha llevado a los tribunales al dueño del taller al que llevó su vehículo (para revisar las emisiones de gases y una pérdida de aceite detectada durante la inspección ITV), y del que lo retiró con una avería grave en el motor.

Según se recoge en la sentencia dictada por el Juzgado de Primera Instancia nº1 de Vigo, los hechos se remontan a 2022 cuando el vehículo de la mujer no pasó la inspección técnica a causa de los gases contaminantes que emitía y lo llevó al taller denunciado. Tras pasar por el local, con el coche, en teoría arreglado, la conductora volvió a llevar el coche a inspección donde siguió dando el mismo fallo.

En el trayecto de vuelta, el coche se apagó y fue trasladado de nuevo a las instalaciones de Autocentro Vigo, donde, según recoge una cabecera local, “días después le informaron de una avería grave en el motor”.

Se produjo un sobrecalentamiento del motor

En ese momento, la propietaria decidió llevar el turismo a otro local: Talleres BC Motor Castrelos, para someterlo a un peritaje, y allí se comprobó que existía “un fallo de gases y catalizador, además de una avería grave en la culata del motor por sobrecalentamiento”, provocada, según señala la sentencia, por “vaciado del depósito de agua/refrigerante causado porque la brida metálica de cierre estaba sin colocar en su lugar”.

La jueza condenó al primer taller porque ese manguito que provocó la avería grave “sólo puede aflojarse mediante un alicate y no manualmente o por impacto”, de manera que entiende que fue durante la primera reparación cuando se dejó sin ajustar.

Por ende, la sentencia dictamina que “debe imputarse a Autocentro Vigo el origen de la avería” por ello le impone el abono de los 3.486,24 euros de la reparación más los intereses, además de asumir las costas procesales.

 

Versión del taller condenado: "No fue su responsabilidad"

Los mecánicos del taller condenado aseguran que la avería de la culata “no fue su responsabilidad”. Insisten en que llevaban años avisando a la propietaria de los fallos en el catalizador y niegan haber manipulado el manguito durante sus trabajos. Añaden además, que le habían advertido de la pérdida de agua, un hecho que la jueza no ve probado ya que no consta en el informe de inspección.

Contra este fallo cabe recurso.

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