Se disparan, en pleno otoño, las picaduras de mosquito tigre en la comarca de O Morrazo, Pontevedra
Las altas temperaturas y la humedad registradas en el sur de la comunidad gallega han favorecido la eclosión de larvas
Las autoridades tranquilizan a los vecinos asegurando que no han detectado ningún ejemplar con virus como el zengue o el zika
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Las altas temperaturas registradas en la comunidad gallega en las últimas tres semanas, pese a estar ya en pleno otoño y con las castañas al fuego, no son para nada habituales para estas fechas y aunque son bien recibidas por la mayoría de los gallegos y gallegas, hacen que la presencia del mosquito tigre en la comarca de O Morrazo, en Pontevedra, haya sufrido un fuerte repunte.
Este insecto, causante de dolorosas picaduras y potencial transmisor de enfermedades graves como el dengue o el zika, apareció por primera vez en Galicia el pasado año, y este verano, la presencia de tres larvas en el municipio de Moaña, activó de nuevo las alarmas de la Rede Galega de Vixilancia de Vectores (Regavivec).
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La concejala de Medio Ambiente de esta localidad, Dolores Chapela, que desde el mes de agosto encabeza la lucha contra esta especie invasora en la zona, confirma que son numerosas las consultas por la picadura de este mosquito que se atienden en los centros de salud de los concellos colindantes, y que esto se debe a que han eclosionado “numerosas larvas”.
El periodo de riesgo se amplía hasta finales de noviembre
Según explica Faro de Vigo, la comarca es “la más sensibilizada de toda Galicia”, ya que en la última semana, de los 19 ejemplares notificados a través de la aplicación Mosquito Alert, 12 de ellas se localizaron en O Morrazo y 7 en la ciudad de Vigo, acaparando la totalidad de avisos en toda Galicia.
Añade la cabecera que, “como es habitual, la mayoría de casos se concentran en Moaña, en donde se localizaron los primeros mosquitos tigre y donde la población está más sensibilizada a la hora de alertar de la presencia de nuevos ejemplares”.
Según parece, los expertos ya habían anunciado que con las previsiones del tiempo que manejaban (con altas temperaturas y mucha humedad) el periodo de riesgo “se ampliaba hasta finales de noviembre”, debido a las buenas condiciones para la eclosión de las larvas, por lo que el comité de seguimiento seguirá pendiente hasta entonces de cómo evolucione la situación.
Desde el concello pontevedrés piden a los vecinos que controlen las acumulaciones de agua que favorezcan la aparición de nuevos focos de esta especie, aunque tranquilizan asegurando que, pese al repunte, sus picaduras no suelen ser peligrosas “toda vez que no se detectó ningún ejemplar con virus del dengue, el chikungunya o el zika”.
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