El ADB Fontiñas, un modesto club de baloncesto con sede e instalaciones en Santiago de Compostela, está acaparando todos los titulares de la prensa local al haberse convertido en un ejemplo de integración real, acogiendo en sus equipos a varios jóvenes de Mali y Senegal quienes, escapando de la guerra y la miseria en sus países, llegaron como refugiados a la capital gallega.
Allí, en sus instalaciones, castigadas por la lluvia, dos refugiados de Senegal y uno de Mali se han unido a sus entrenamientos semanales, y aunque por ahora no pueden competir, emociona verlos integrados.
“Todo comenzó de manera espontánea, cuando varios padres nos avisaron de que muchos chicos del club, de las categorías cadete y junior, jugaban en las pistas públicas de baloncesto con varios refugiados que habían llegado a Compostela”, explica con satisfacción Adrián Dios, presidente del club de baloncesto, a lo que añade que “eso nos animó a buscar algún tipo de iniciativa que los alentase y facilitase todavía más su integración”.
Dicho y hecho, contactaron con la ONG que los trajo a Santiago y organizaron en su centro de acogida un entrenamiento para ellos, una actividad que resultó muy gratificante y beneficiosa para todos, y que se ha convertido en costumbre: “Cada jueves por la mañana vamos dos personas del club hasta el centro de Silvouta para que los refugiados puedan entrenar”.
Con todo, desde el club querían que la integración “fuese más real”, así que decidieron organizar un torneo de baloncesto 3x3, en el que miembros del club, colaboradores y refugiados jugasen juntos; y “también fue un éxito”, celebra Adrián.
El responsable del club cuenta, en La Voz de Galicia, cómo se conmueve con cada una de las historias que hay tras estos jóvenes, y cree que desde la entidad que preside les han ofrecido una “microred de seguridad” importante. En su publicación en las redes sociales, explican que son “un lugar de encuentro donde los valores de igualdad, integración y solidaridad cobran vida en cada pase, cada rebote y cada aliento de ánimo. Porque juntas y juntos, sin importar de donde vengamos, somos un equipo”.
A raíz de ese torneo 3x3 (que tienen intención de repetir cada 3 semanas), se percataron de que “muchos solo tenían unas chanclas en sus pies” así que, según relata, dio pie a otra iniciativa solidaria: una propuesta de recogida de calzado deportivo para ellos, que se materializó a través de las redes sociales, y que tuvo muy buena acogida por parte de la gente de Santiago.
La campaña de donación, que sigue en marcha, se realiza en el centro comercial Alcampo, en Área Central, de 10:00 a 22:00 horas y en la Facultade de Ciencias Económicas e Empresariais de la USC, de 09:00 a 21:00 horas, y está resultando todo un éxito al contar los pares donados por decenas.
En poco más de una semana ya han logrado reunir 150 pares de zapatillas que han sido entregados este mismo jueves en la sesión de entrenamiento y que, con toda seguridad, muchos ya habrán sustituido por sus viejas chanclas, el único calzado del que disponían para abrigar sus pies y practicar deporte.
La campaña, que cuenta con la colaboración de particulares, instituciones como la USC o empresas como Alcampo, ha sorprendido a los propios organizadores que incluso se han visto "un poco desbordados".
El propio Adrián Dios, entrevistado en la radio local a raíz de esta primera entrega de calzado, asegura mostrarse impactado ante la solidaridad de los compostelanos y compostelanas, y confesó ante los micrófonos que "dan ganas de confiar en la humanidad viendo el apoyo que estamos teniendo con esta iniciativa que nunca pensamos que fuera a tener este impacto".
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