Tras un año de parón motivado por la mortandad del marisco en la ría de Muros-Noia el pasado invierno, en la que fue la peor campaña marisquera de la historia, unos 1.500 profesionales de las cofradías de Noia, Muros, Portosín y Pordo do Son han vuelto a faenar. Aunque las expectativas no eran demasiado buenas (debido a que el marisco está en proceso de regeneración y esto ha obligado a rebajar los cupos de capturas), la primera jornada ha dejado un sabor agridulce en el sector.
Agridulce porque, aunque en su estreno se han capturado 10.626 kilos de molusco (muy lejos de los 23.000 kilos de bivalvo que se alcanzaban antes de los dos últimos “desastrosos ejercicios”), la facturación “ha sido bastante aceptable” (105.537 euros) y el berberecho de tercera categoría, por ejemplo, tuvo un valor medio de 6,78 euros, el mismo que el que se pagó en el arranque de hace dos años por el de segunda.
Con todo, según indica La Voz de Galicia, “los datos son bienvenidos” para un sector en el que llueve sobre mojado y al que la borrasca (esta vez la Kirk) ha castigado de nuevo, sobre todo al sector de a pie.
Santiago Cruz, patrón mayor del pósito noiés, ha vuelto a advertir que la incidencia del temporal (como en otras ocasiones) “hubiera sido menor sobre el bivalvo de existir un protocolo de vaciado de la presa”, ya que este agua dulce que llega a la ría en grandes cantidades, baja la salinidad de la ría y arrastra el marisco. En este sentido pide al conselleiro do Mar “que mire por los marineros”.
La cara buena de la moneda para este patrón es que “el bivalvo parece crecer bien” y este dato da un soplo de aire fresco de cara a las capturas para Navidad.
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