Shine regresa a una perrera de A Coruña el día siguiente a su adopción: “Al dueño no le ha dado ni una oportunidad”
Shine, adoptado el lunes por la tarde, apareció el martes por la mañana con la correa puesta en la perrera Do Pazo, en Abegondo
El personal de Servigal se puso en contacto con su propietario legal, que asegura “se escapó tras un descuido”
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Desde la entrada en vigor de la ley de bienestar animal, varias protectoras de la provincia de Pontevedra aseguran estar notando “abandonos en masa por miedo a las sanciones”, así que muchos refugios se ven sobrepasados por el número de animales de los que se tienen que hacer cargo, y reciben como agua de mayo a las personas que desean adoptar.
Es el caso de la residencia canina Do Pazo, en Abegondo (A Coruña), donde en la tarde de este lunes autorizaron con gran satisfacción la adopción de Shine, un perrito de unos 7 kilos que buscaba familia, y que “se marchó andando con su nuevo dueño”, según explica Noemí, veterinaria del centro, pero que, para sorpresa de todos, volvió a aparecer en la perrera a la mañana siguiente, con el collar y la correa que llevaba puesta cuando se fue.
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“Pone en valor el trabajo del personal que trabaja en la protectora”
Shine apareció a las puertas de la que hasta entonces era su casa alrededor de las 8:30 de este martes, y aunque el personal de la protectora Do Pazo no tenía dudas de que se trataba del mismo animal que fue adoptado allí, lo corroboraron con la lectura de su microchip identificativo.
Rosa Guerra, gerente de Servigal, explica que aunque “es frustrante” que quiera volver a la protectora (en la que llevaba menos de un mes), “pone en valor el trabajo y la dedicación de todo el personal que trabaja allí”; y añade, “al dueño no le ha dado ni una oportunidad”.
El futuro de Shine está ahora en manos del Seprona, pues es el protocolo a seguir cuando no se consigue localizar al propietario legal de animal, algo que intentaron a lo largo de “una mañana entera de llamadas sin respuesta”.
El Seprona decidirá si se anula la adopción
Al parecer, el dueño de Shine, con domicilio en A Coruña, se puso en contacto con la protectora esa tarde contando que se trató de un descuido y que lo había estado buscando; explicaciones que deberá dar ahora a las autoridades pertinentes, que serán las que decidirán si se anula la adopción o se devuelve a su propietario.
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