Las Viviendas de Uso Turístico (VUT), que traen de cabeza a numerosos sectores en nuestro país por la competencia que les hacen a los establecimientos hoteleros y la saturación que causan en el mercado de los alquileres, han llegado también al Camino de Santiago, al haber aumentado su demanda por parte de los peregrinos.
Miguel Ángel Rodríguez, presidente de la Asociación Galega de Albergues Privados, AGALBER, explica que este tipo de viviendas empiezan a ser una amenaza para el sector del hospedaje también en el Camino, al notar que “cada vez son más” los que optan por las VUT para alojarse durante su ruta hacia Compostela.
Aunque por ahora la Ruta Jacobea goza de buena afluencia de peregrinos y sobre todo en temporada alta no resulta un problema de competencia, Rodríguez explica que ''hay núcleos grandes con edificios con pisos donde prolifera esto, como Sarria, Arzúa, Palas de Rei o Pontevedra en el Camino Portugués”, que compiten en precio y sobre todo en temporada baja pueden llegar a ser un problema.
El representante de los albergues en Galicia explica que los alojamientos “los pillan por Booking o por Airbnb” y que “aunque en una vivienda turística no se vive la experiencia de compartir, socializar… como lo podrían hacer en un albergue, lo cierto es que pueden competir en precio ya que a veces alquilan pisos completos por 50 euros, lo que llega a salir más barato incluso que el albergue”, detalla.
“Son una competencia para los albergues porque tiran los precios”, añade el presidente de Agalber, aunque a veces lo barato puede salir caro ya que tal y como expone el profesional, “en un piso turístico no hay controles de legionella, calidad del agua, check-in de viajeros para controlar la gente que se aloja…”, con los problemas que esto puede ocasionar.
Desde la Asociación explican que ya han consultado el problema con la Administración y la respuesta que han obtenido es que “intentan ser legales y controlarlo, pero que no es fácil”.
Rodríguez incide en el desequilibrio que existe entre los albergues en comparación con las VUT “en materia de requisitos exigidos por la Administración”, y en este sentido asegura que sus representados salen ampliamente perjudicados ya que los requisitos que les exigen a los albergues son infinitamente mayores que los exigidos a las VUT, que apenas tienen control.
Subraya además que el hecho de alojarse en viviendas turísticas en lugar de los tradicionales albergues, “desvirtúa el Camino como experiencia vital”.
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