Competir en un rally en Pontevedra: el singular regalo de un hijo a sus padres por su aniversario de boda
La pareja participó en la ‘Subida a Escusa’ una de las pruebas del Campeonato Galego de Montaña
Mariflor Iglesias y José Manuel Baqueiro celebraban así sus bodas de plata
Su hijo Manuel, de 21 años y piloto de rally, les había preparado todo meticulosamente
La afición al motor y a la adrenalina de la competición hicieron que Mariflor Iglesias y José Manuel Baqueiro, cruzaran sus destinos hace casi tres décadas y desde entonces no se volvieran a separar, viviendo juntos cientos de competiciones de rally pero eso sí, aunque les hubiese gustado competir, siempre los disfrutaron desde la barrera.
Hasta el pasado fin de semana, que el matrimonio celebró sus bodas de plata y como regalo de aniversario, el mayor de sus dos hijos (Manuel, de 21 años) les hizo el regalo más especial que la pareja podía haber recibido: les regaló a sus padres la inscripción para participar en la ‘Subida a Escusa’, una de las pruebas más apasionantes del Campeonato Galego de Montaña, y que así se sacaran una espinita que llevaban clavada desde hace años.
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“No hay dinero que lo pague”
Manuel, que también es piloto, lo preparó todo meticulosamente, la inscripción, los trajes y hasta la puesta a punto del coche, y les dio sólo una consigna: que disfrutaran.
Mariflor, que no puede estar más orgullosa de sus hijos Manuel y Pablo, explica en La Voz de Galicia que cuando les dieron la invitación pensó que era para ir a comer a un restaurante “pero no, era para competir”, y añade: “Fue una experiencia preciosa, no hay dinero que lo pague”, concisa.
La pareja explica que siempre estuvo vinculada al motor, primero como espectadores, formando parte de las asistencias o ahora de la mano de sus hijos, pero que “hace falta mucho dinero para poder competir”. Entre eso y que desde hace unos años el hombre sufrió una trombosis que le dejo un brazo “tocadillo”, explica Mariflor, la participación en el rally, pontevedrés fue más especial si cabe.
El pasado fin de semana, entre aplausos y mensajes de admiración de todos los espectadores, Manuel y Mariflor cruzaban la línea de meta por primera vez juntos como piloto y copiloto de un coche de competición, con el orgullo y la satisfacción de saber que han cumplido un sueño y que ha sido su propio hijo el que lo ha hecho posible.
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