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La llegada del buen tiempo al país, con temperaturas en pleno mes de mayo más propias de julio, ha hecho que muchos lugareños y visitantes salgan a disfrutar del mar en los arenales gallegos.
Pero no todos conocen los peligros que esconden algunas playas de Galicia, sobre todo los foráneos y, confiados en sus dotes de buenos nadadores, se adentran sin tener en cuenta que el mar de fondo puede jugar malas pasadas.
Fue lo que le pasó a un bañista de origen colombiano que disfrutaba de un día de playa en las aguas de Riazor, que se vio en peligro, con apuros para alcanzar la orilla y tuvo que pedir ayuda.
Dos jóvenes senegaleses que se hallaban en la zona acudieron a su llamada de auxilio, y sin pensárselo dos veces, se metieron en el agua y consiguieron rescatar al hombre, al que las olas alejaban cada vez más de la orilla.
Decenas de personas presenciaron la escena mientras la grababan con sus móviles, y también dos periodistas de Informativos Telecinco fueron testigos del salvamento cuando, casualmente, tomaban imágenes de la playa de Riazor.
Según cuenta La Voz de Galicia, los dos senegaleses nadaban desde niños en las playas de Dakar y aunque les costó llegar al hombre, “en cuanto pudieron sujetarlo, no lo soltaron”. “Lucharon por llevarlo a la orilla y lo consiguieron”, añade la cabecera.
En su cuenta de la red social X, Voces de A Coruña habla con Gana Fall, uno de los dos rescatadores, considerado ya un héroe en la ciudad gallega:
Los heroicos rescatadores llevan unos tres años en A Coruña. Cuentan que son pescadores y por ello conocen bien el mar: “La novena ola te mete hacia adentro”, detallan a los numerosos viandantes que se acercaban a felicitarlos por la hazaña.
Cuenta la cabecera gallega que ésta no es la primera vez que ciudadanos senegaleses tienen comportamientos ejemplares en la ciudad herculina.
Conocido es el caso de Ibrahima y Magatte, que intentaron proteger al brasileño Samuel Luiz de una paliza que, finalmente, le costaría la vida o la de otro joven africano que intentó mediar en un apuñalamiento y ayudó a la policía a detener al presunto autor.
El valor de Ibrahima y Magatte, ahora hijos adoptivos de A Coruña, fue recompensado con sendas tarjetas de residencia para regularizar su situación en España, un reconocimiento que muchos de los testigos de este lunes, piden también para los dos héroes del día en Riazor.
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