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Casi once años después del crimen de la niña Asunta Basterra, un suceso que conmocionó a España y que por su complejidad se estudia en las facultades de Derecho del país, se ha conseguido cerrar la venta del chalé ubicado en Teo propiedad de los abuelos maternos de Asunta, donde la niña falleció por asfixia.
El inmueble se había puesto en venta antes del asesinato de Asunta en 2013 pero desde que tuvo lugar el macabro suceso no se había encontrado ningún comprador que pujase por él.
Según publica El Correo Gallego, el precio de salida del chalé rondaba el millón de euros pero la prolongada sombra del crimen dificultó cualquier operación de compraventa y con el paso del tiempo el precio fijado cayó hasta la mitad: 500.000 euros.
Finalmente, añade la cabecera, la operación se ha cerrado tras “una importante rebaja” en el precio y dejando atrás un largo historial de incidentes y okupaciones.
La vivienda, propiedad de los abuelos maternos de Asunta y heredada por María Teresa Sampedro tras la muerte en prisión de Rosario Porto, tiene unos 400 metros cuadrados construidos y se sitúa en una finca de 10.000 m2.
Consta de cinco habituaciones, cinco baños, cuatro salones, cocina (office), lavadero, comedor, bodega, terraza, jardín y garaje.
Además, tiene chimenea, calefacción, piscina, cancha de tenis, lareira, hórreo y se ha vendido totalmente amueblada.
La heredera de Rosario era amiga íntima del matrimonio Porto Ortega, y conocida en el entorno de la familia como “La Nena”. Según relata la prensa local, “fue la única que no abandonó a Rosario nunca y que no dejó de visitarla mientras cumplía condena”.
Tras la muerte de su amiga en la cárcel de Brieva (Ávila) en 2020, Sampedro recibió buena parte del importante patrimonio familiar de los abuelos maternos de Asunta, conformado por dos pisos en Santiago de Compostela, un piso en Vilanova de Arousa y el mencionado chalé de Teo.
El chalé donde Asunta Basterra estuvo con vida por última vez fue escenario, desde entonces, de un goteo continuo de okupaciones que lo llevaron a un estado ruinoso.
María Teresa Sampedro presentó hace unos meses una denuncia en un juzgado de Santiago para reclamar la desokupación del chalé y, a mayores, en su requerimiento añadía que se asumiesen los “cuantiosos destrozos” que se habían producido en el interior de la vivienda y la finca, invadida en muchos puntos por chatarra.
Algunas inmobiliarias consultadas por El Correo Gallego aseguran que el precio de la vivienda se fue devaluando con el paso de los años hasta situarse entre los 100.000 y los 150.000 euros, debido por un lado a su estado de abandono que requeriría invertir en él una gran cantidad de dinero y, por otro, al “estigma de haber sido el lugar de uno de los crímenes más mediáticos de la historia reciente de España”.
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