Las gemelas de A Coruña que llevan más de dos décadas trasplantadas del corazón: “Nos regalaron vida”
Con 18 y 20 años, sus corazones crecían hasta el punto de no tener sitio en las cajas torácicas
Hoy celebran el Día Nacional del Trasplante: “A mi donante le estaré agradecida toda la vida”
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Laura y Úrsula Cameán son dos hermanas gemelas de 44 años naturales de Carballo (A Coruña), que fueron trasplantadas del corazón a la edad de 18 y 20 años respectivamente, y que nos cuentan su experiencia en un vídeo de María Fente, Bernardo Montaña y Rocío Martínez.
Su historia es una de esas que ayudan a tener fe en la humanidad, y a no perder la esperanza de seguir viviendo cuando todo parece estar perdido.
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En un periodo de 6 años, en su familia fueron trasplantadas del corazón tres personas: su madre en 1996, Laura en 1998 y Úrsula en el año 2000. Sus corazones crecían hasta el punto de no tener sitio en las cajas torácicas, y la solución era la misma para las tres: que apareciese un donante.
Su madre murió de Covid en la pandemia, a la edad de 62 años, según cuentan "con los pulmones destrozados, pero con el corazón fuerte, fuerte". Había tenido suerte con su donante. Y ellas igual.
Se consideran afortunadas porque pueden llevar una vida completamente normal, con los mismos hábitos que habrían de llevar en caso de no ser trasplantadas, aunque eso sí, les aconsejaron no tener descendencia.
“Hubiese muerto”
Laura, que sólo tenía 18 años cuando apareció un órgano para ella, es contundente: “Me regalaron la vida”. Lleva 26 años con el corazón de otra persona y asegura no estar limitada para hacer nada.
No se anda con rodeos, su mensaje es claro: “Si no me hubiese trasplantado hubiese muerto”, y por ello no puede estarle más agradecida a su donante, de quien dice que se lo agradecerá toda la vida.
Su hermana Úrsula también pasó por lo mismo a la edad de 20 años. Ella también es rotunda: “La única solución en casos como el nuestro es un órgano, si no lo hay, adiós”, espeta.
Pero lo hubo; hubo tres donantes para su familia. Tres donantes que les regalaron más de dos décadas extra de vida completamente normal, sin restricciones y sabiendo que sin la solidaridad de la sociedad, “el dinero no sirve de nada”, aseguran.
Hoy celebran con satisfacción el Día Nacional del Trasplante, creado precisamente para reconocer la importancia de las personas que donan órganos y para fomentar este gesto que, como a esta familia de A Coruña, puede salvar muchas vidas.
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