Los coches clásicos suponen una verdadera pasión para sus propietarios, y la mayoría de ellos los miman y cuidan como si se trataran de auténticas joyas.
Y es que tenerlos al día para poder circular de manera legal supone un gasto extra que no todo el mundo está dispuesto a asumir, y los que lo asumen, lo hacen sabiendo que será para darse un capricho y sacarlo en fechas destacadas, ya que los seguros de este tipo de vehículos limitan su uso a 5.000 kilómetros al año.
Este dato lo conoce bien Antonio López, presidente del Club 600 de Galicia, que está muy “pendiente” de que “salga por fin” el nuevo Reglamento de Vehículos Históricos “que puede ayudar muchísimo a que España esté al nivel de Europa”.
En España se estima que hay unos 40.000 vehículos declarados como históricos, y Antonio López asegura que “en cuando salga la ley nos acercaremos a los 200.000”, igualando en número a otros países europeos como Francia, Alemania o Italia, explica.
Este propietario de varios 600 (uno de ellos se lo regalaron sus amigos el día de su boda) se queja de la cantidad de burocracia que se necesita en España para estar al día con un coche histórico y que además, “sale bastante caro”, asegura.
Esto puede cambiar con el nuevo reglamento que Antonio espera como agua de mayo, ya que “implica que no tenga que pasar trámites que suponen más de 1.000 euros” y “que podamos circular por zonas restringidas hasta ahora por no disponer de la pegatina de la DGT”.
José Luis Chantrero, otro propietario de un 600 del año 68, no oculta su pasión por este modelo de vehículo que, según él, “al principio sólo lo tenían cuatro obreros con buen sueldo” y que pasó a ser emblema de toda una generación.
“Pasamos de la bicicleta al coche, y el coche era el 600”, explica Chantrero.
Este hombre, como Antonio López, ve muy necesaria la aprobación de la nueva ley, que no supondrá mayor contaminación porque “somos un porcentaje muy pequeño, por tanto será muy baja”, asegura el presidente.
Ellos afirman que sus 600 “son un juguete que nos lleva dentro”, pero al que le han dedicado muchas horas y, por ello, piden que se favorezcan y abaraten los trámites para su catalogación y se flexibilicen las restricciones a las que están sometidos.
Ya lo dice Chantrero “mientras podamos vamos a movernos”, y se ve que se mueven a buen ritmo pues se espera que en el segundo trimestre de 2024 esté aprobada la tan ansiada nueva normativa.
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