Cada año, las denuncias por agresiones a los profesionales de la salud van en aumento. Lo corroboran los datos de la Policía Nacional que, a través del comisario general de Seguridad Ciudadana, Juan Carlos Castro, y el interlocutor policial nacional sanitario, Manuel Yanguas, explican que las denuncias interpuestas por el personal sanitario pasaron de 241 en 2022 a 315 en 2023, lo que supone un incremento de casi un 31 por ciento.

Sin embargo, este aumento en las denuncias no significa que haya más agresiones sino que se debe, en palabras de los responsables policiales, “al impulso por denunciar estos actos delictivos en el sector sanitario”.

Sea el impulso de denunciar u otro motivo el que ha llevado a un aumento considerable de las agresiones al personal sanitario, lo cierto es que la Policía Nacional llevó a cabo cerca de 9.000 actuaciones en 2023, en las que se produjeron 115 detenidos.

Según pusieron de manifiesto, los hombres son los que más agreden (66%) y los que más agresiones sufren (60%); mientras que el 54 por ciento del total de las agresiones fueron de índole física frente a un 46 por ciento de tipo verbal.

Con estos datos sobre la mesa, en Informativos Telecinco hemos hablado con Manuel Moreira, médico de familia en Vigo y secretario nacional de CIG-Saúde para que nos explique, bajo su punto de vista, cuáles son las causas de este aumento de la agresividad en la sanidad pública.

Moreira lo resume de una manera muy clara y concisa: “Tenemos que tener en cuenta que las personas que acuden al sistema sanitario no siempre tienen unas condiciones fáciles”, algo que a menudo pasamos por alto, a lo que añade que “el hecho de que el sistema sanitario se haya deteriorado: que haya listas de espera, que luego haya esperas en las consultas, que las respuestas que se dan muchas veces no son las que el paciente espera… todo eso genera situaciones de tensión que se reflejan en el comportamiento de muchos pacientes que acuden a la consulta”, explica.

El profesional admite que hay un incremento de la agresividad en el comportamiento de muchas personas que acuden al sistema sanitario, y que aparte de agresiones, “que son casos infrecuentes”, dice, también “se dan casos de violencia verbal” lo que “dificulta la relación del profesional con el paciente”.

Además, Moreira explica que los datos aún son más relevantes, al concretar que “las agresiones verbales están muy presentes aunque casi nunca se denuncian”.

“Las denuncias por agresión aumentan debido a la situación de la sanidad pública”, defiende el sanitario, quien añade: “Hace que los pacientes vean un poco frustradas sus expectativas en muchos casos”.

La solución pasa, según él, por “dotar a los centros y a los profesionales de las herramientas para gestionar esta situación”, y como no, “actuar en la prevención, generando al sistema de recursos para que esto no suceda”, aclara.

Una de estas medidas las ha anunciado el cuerpo policial, al tener previsto darle impulso a un nuevo proyecto de denuncias in situ en los centros sanitarios.

A través de la Instrucción de la Secretaría de Estado de Seguridad, este protocolo de denuncias “en el momento” se pondría en marcha mediante apoyo telemático en caso de determinados delitos leves.

Asimismo, serviría de utilidad cuando el presunto autor se encontrara detenido en el lugar, o cuando haya sido sorprendido en delito flagrante, para prevenir y actuar más rápido frente a este tipo de agresiones cada vez más comunes.

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