La psicóloga y sexóloga Ana Castro Liz, que atiende a personas de toda Galicia desde su gabinete en Lugo, se dio cuenta hace 8 años, en febrero de 2016 (durante la firma de un libro suyo), que a la gente le resultaba muy complicado encontrar pareja sin recurrir a aplicaciones especializadas como Tinder, y que ni siquiera con ayuda de la aplicación encontraba realmente lo que buscaba.

Ana observó que era una demanda habitual entre sus pacientes tener la posibilidad de relacionarse con otras personas, quedar, charlar… en resumen, socializar.

De ahí que decidió organizar en Lugo lo que denominó “Las tres C (cita, cena, charla)”, una serie de eventos que tenían como objetivo fomentar las relaciones sociales y que, con el tiempo y el cambio de preferencias, se fueron convirtiendo en citas, comidas, charlas, caminatas… e, incluso en la última ocasión, también baile.

El pasado domingo, 25 de febrero, la psicóloga llegó a reunir en un restaurante en Paradela (Lugo), a un total de 50 personas llegadas de toda la geografía gallega, en un evento que calificó como “todo un éxito”. “Los dividí por edades y lo pasaron fantástico”, explica la profesional, quien añade que “era el octavo aniversario de la iniciativa y lo quise hacer a lo grande, con música después”, añade.

Pero su labor altruista no se limita a organizar los eventos; Ana está con ellos, los guía, está pendiente de si alguien se queda rezagado, hace que se sienta cómodo, que participe… “ellos ponen el resto”, asegura.

Desconoce por ahora si de este último han surgido parejas, ya que dice que se lo suelen contar “pasado un tiempo” pero asegura que de otros encuentros organizados por ella “ya salieron dos bodas” y que todavía hay parejas que “duran desde la primera cena”.

La intención de esta profesional, que organiza estas sesiones de manera totalmente vocacional, es fomentar las relaciones sociales y “que la gente se conozca al modo tradicional, que profundicen en sus conversaciones, que muestren cómo se sienten, cuáles son sus pretensiones…”.

Es por ello que, con su labor, no sólo beneficia a aquellas personas que buscan pareja, también favorece que surjan grupos, como uno de amigas que se formó a raíz de uno de sus encuentros, y que “quedan para cenar, ir al teatro o salir de copas”, revela.

La pregunta que le repiten con más frecuencia ahora es: “¿Y la próxima para cuándo?”, algo que Ana Castro no duda en responder: -“Primero me tengo que recuperar de la última porque me implico mucho, pero pronto”, asegura.

Y es que, cuando Ana se pone “en modo Celestina”, enamorarse, conocer gente nueva o ganarse una amistad es cuestión de “3 ces”.

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