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El pasado fin de semana, las redes sociales ardían mostrando su repulsa ante una violenta trifulca desatada en un campo de fútbol en Arteixo, A Coruña, durante un partido de veteranos.
En la escena, jugadores de ambos equipos se asestan patadas y puñetazos cual película de acción norteamericana, y aunque no es algo que nos guste que forme parte del imaginario colectivo del deporte rey en nuestro país, lamentablemente se repite más a menudo de lo que nos gustaría.
Sin ir más lejos, la Audiencia Provincial de Pontevedra ha ratificado, este miércoles, la pena de dos años de cárcel impuesta a un hombre, por unos hechos similares, que tuvieron lugar en abril de 2017, cuando durante un partido de veteranos en Meaño, Pontevedra, el procesado se acercó a la víctima al término del encuentro para, según recoge la sentencia, echarle “los mocos en la cara”.
En ese momento, el agredido, que había sido insultado y amenazado durante el partido, empujó al procesado, lo que hizo que este le propinase varios golpes en la cara que provocaron la rotura de su nariz.
El tribunal pontevedrés desestima el recurso presentado por la defensa del condenado contra la sentencia del juzgado de lo penal que había impuesto dos años de prisión por un delito de lesiones.
De este modo, la Audiencia pontevedresa ratifica el sentido de la sentencia de primera instancia en un fallo que puede ser recurrido en casación ante el Tribunal Supremo.
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