Precios más altos y falta de mercancía en los mercados de Galicia, de cara a la Nochevieja

El mal tiempo sufrido esta última semana del año en Galicia, han hecho mella en una campaña de Navidad que, de entrada, se presentaba muy buena.

A las lonjas gallegas ha llegado poco género, y lo poco que llega, como es normal, está a precios desorbitados; así que si los que deseen tener productos frescos, directos del mar, en su mesa, sabrán que deberán desembolsar incluso un poco más que en Nochebuena y Navidad.

Por ejemplo, el percebe y el camarón pasarán de los 200 euros; las centollas rozan los 50 euros; y las almejas, que escasean más que nunca este año en las rías gallegas, estarán a un precio sin precedentes para este bivalvo: más de 130 euros el kilo, según los precios recogidos en la lonja de O Grove este jueves.

Leticia Álvarez, de la pescadería Manuela Calvario, ha contado a Informativos Telecinco que “este año hay mucha diferencia de precio entre Navidad y Fin de Año”, con precios rebotados, que ya han frenado a muchos compradores habituales.

Las pescaderas explican que “lo que hay en la lonja es una miseria”, en referencia a la Lonja de Vigo, donde el poco marisco que hay está muy caro ya en la subasta, algo que dispara los precios luego en las plazas de abastos.

Hasta la fruta ha sufrido un cambio importante con respecto a la Nochebuena. Las uvas, que son por excelencia el producto elegido para comer al son de las campanadas, están más caras que nunca, eso sí, dicen que es "dorada y pequeñita... perfecta para Fin de Año", aseguran.

Sandra Franco, de frutas Maruja, en Vigo, que “ha bajado la lechuga y el brócoli, pero los plátanos, las naranjas, las mandarinas y las uvas, tienen precios mucho más elevados que el año pasado”.

Por no hablar de las fresas o las cerezas; esta última fruta, que había por cajas en casi todos los puestos de Pontevedra, está a unos 19 o 20 euros, así que los que pensaban que saldría más barato sustituir el turrón por fruta, sabrán que comerán más sano pero al bolsillo le afectará prácticamente lo mismo.

Y claro, con estos precios, la gente está reacia a salir a comprar sin lista de básicos imprescindibles.

Si bien hay quien dice que este descenso de las compras que observan en los mercados se debe a que “en Nochevieja se sale más a cenar fuera”, lo cierto es que los vendedores aún tienen esperanzas de que las ventas se animen a partir del viernes por la tarde, el sábado y, en algunos casos, incluso se podrán hacer el domingo.

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