Las aldeas de Galicia que más lucen por Navidad: “Mantenemos viva la ilusión de forma autodidacta y autogestionada”

Aunque pueda parecer lo contrario, la Navidad en Galicia no se limita únicamente al alumbrado de Vigo, con un despliegue sin precedentes de millones de luces led y un árbol de 44 metros.

Muchas aldeas de esta región llevan años siguiendo la tradición de decorar, con mucho esfuerzo y una gran dosis de creatividad, los paisajes rurales que habitan.

Es el caso de la aldea de Soutelo, en el Concello de Cuntis, en la que sus 65 vecinos hacen piña en la decoración de sus viviendas y los espacios comunes, aportando (dentro de las posibilidades de cada uno) su granito de arena, para hacer del lugar una aldea de cuento navideño.

Los trabajos de preparación empiezan ya en el mes de septiembre, repartiendo las labores de cada uno y adaptando los horarios del cuidado del ganado y de las tierras para dejar un poco de tiempo libre de cara a la organización de su fiesta favorita en el calendario.

Todos colaboran; cada casa de esta aldea es decorada con mucho mimo y cuidado con luces de colores y distintos ornamentos típicos de estas fechas, y “como los adornos y las luces son caras”, confiesa Clara Martínez, una de las vecinas implicadas en esta actividad, “cada año se van comprando y añadiendo más detalles a la decoración de la aldea”. El objetivo no es otro que el de "mantener viva la ilusión" y lo hacemos "de forma autodidacta", confiesa Clara.

El tiempo que pasan juntos, el reconocimiento de los vecinos de otras aldeas y la chocolatada que organizan el día de la inauguración del alumbrado, es la merecida recompensa que obtienen tras tanto esfuerzo.

La Navidad en Adragonte

Otra aldea que brilla especialmente por Navidad es la de Adragonte, en el concello coruñés de Paderne. Según nos acercamos por la carretera, a varios metros de distancia, ya se distinguen una gran bola, un tiovivo, dos nacimientos, decenas de estrellas, árboles iluminados, camellos y hasta una noria de nueve metros de diámetro.

La aldea se convierte en un auténtico parque temático de invierno, en el que, además, ningún hogar se escapa de la moda de las led de colores.

Una tradición que nació por iniciativa de los propios vecinos, que aprendieron a crear este auténtico espectáculo de forma autodidacta, y que cada año va a más.

También aquí la inauguración se lleva a cabo de forma privada, taza de chocolate en mano.

 

Parada obligatoria en las aldeas de Romarís y Santa Cruz de Ribadulla

Otra de las aldeas que brillan con luz propia en Galicia es la de Romarís, en el concello coruñés de Vedra, de tan sólo 50 habitantes.

De las trece casas que tiene la aldea, ninguna falla con su alumbrado, y además, un muñeco de nieve de siete metros y un árbol de Navidad de trece completan el paisaje.

En este lugar se encienden las luces a las 20:00 y se mantienen hasta medianoche todos los días, pudiendo contemplar el decorado en todo su esplendor.

En el mismo concello de Vedra, a unos kilómetros de Romarís, se encuentra Santa Cruz de Ribadulla, otro de los enclaves de visita obligatoria para los disfrutones de la Navidad.

En esta aldea residen Josefina Campaña y Luis Barco, un matrimonio que hace cinco años decidieron alumbrar su vivienda a lo grande y lo hicieron de forma artesanal, con productos que encuentran en su finca, como arcos de los barriles de vino o madera vieja.

El resultado es que en esta vivienda, convertida en pequeña ciudad navideña, no falta ni un detalle que valga la pena visitar.

Una casa en Santa Cruz de Montaos, en Ordes, con un Papá Noel de 4 metros; otra en el lugar de Vilarnovo, en Santa Comba, frente a la que cada noche se detienen al menos unos 20 coches; o una urbanización en el barrio de O Castiñeiriño, en Santiago de Compostela,  que despierta elogios en la capital, son tan sólo una pequeña muestra del derroche de creatividad y esfuerzo que realizan los gallegos y gallegas cuando se trata de animar una fiesta.

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