En estas fechas en las que el frío nos obliga a recurrir a sistemas calefactores que nos hagan entrar en calor, es habitual sufrir imprevistos que a veces acaban en desgracias y otras en oleadas de solidaridad, donde descubrimos la cara más amable de la humanidad.
Este último es el caso de una familia de una aldea del Ayuntamiento de Tordoia, en A Coruña, que tras perderlo todo en el incendio de su casa, se han visto abrumados por la colaboración vecinal para reconstruir su vivienda, en la que habían invertido todos sus ahorros.
El pasado 14 de diciembre, tras abandonar su domicilio para irse a trabajar, las llamas calcinaron parte de su casa en Viladabade, en el concello coruñés de Tordoia, donde Ariadna y María vivían con sus dos hijos de 2 y 4 años.
Se trata de una vivienda rehabilitada por ellas mismas a la que se mudaron a principios de septiembre para escolarizar a sus hijos en el centro de enseñanza de la localidad, y que vieron con impotencia cómo era arrasada por las llamas.
Desprovistas de seguro de hogar y con todos sus ahorros invertidos en la compra y posterior reforma, Ari y Maria se vieron devastadas: con la casa ardían también sus esperanzas de retomar su idílica vida en el pueblo, pero ese sentimiento solo duró unas horas. Un tsunami de solidaridad se había puesto en marcha en la localidad y ya no había vuelta atrás; los vecinos, algunos completamente desconocidos para ellas, se movilizaron para ayudarlas directa e indirectamente, así como las entidades públicas, que pronto buscaron soluciones para que no quedasen en la calle.
El fuego, que se originó por causas que todavía desconocen, arrasó toda la primera planta e hizo que el tejado se viniese abajo, pero no así sus ánimos, pues desde el primer momento, explican, “sintieron que no estaban solas”.
El Concello les ofreció un techo, acondicionando temporalmente la antigua escuela de Viladabade: “Nos pusieron camas, ropa de cama e incluso nos hicieron una pequeña compra”, explican.
Por su parte, vecinos a los que no conocían de nada se presentaron allí para ofrecerles su ayuda desinteresada. Algunos les llevaron sobres con dinero, otros les llevaron comida y tampoco faltó quienes llevaron ropa para los niños.
También ayudaron en las tareas de desescombro e incluso uno de los vecinos, José María, se puso al frente de las tareas de reconstrucción, con ayuda de operarios y con sus propias manos pues se dedica al sector de la construcción. Estas labores de reconstrucción las podemos seguir en internet gracias a una cuenta abierta en Facebook, Casa Tordoia:
Además, los establecimientos de la zona colocaron carteles pidiendo aportaciones económicas que se pueden realizar mediante bizum al 613076557 o bien al 623065092, así como a cuentas abiertas en Abanca, BBVA y La Caixa.
También los bares Cruceiro (en Cabaleiros), Castiñeiro (en Andoio), Casa Alfonso (en Anxeriz), y Genaro (en Gorgullos), así como la panadería Vázquez de A Silva, donde trabaja la propia Ariadna, recaudan dinero para la causa y son optimistas por cómo están respondiendo los vecinos a esta llamada solidaria.
Son ellos, los vecinos y vecinas del lugar de Tordoia, los verdaderos elfos de Papá Noel, los que les van a permitir a esta familia salir adelante esta Navidad, que por poco acaba en desgracia.
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