Un año después del Gordo en un pueblo de Galicia: "No ves ningún coche de alta gama"
Una lotera de este pueblo lucense vendió los 450 décimos premiados con el Gordo en 2022, repartiendo unos 180 millones de euros
El edil de A Fonsagrada, Carlos López, explica que no se ha notado demasiado que haya tocado tanto dinero en la localidad
“Somos moderados en todos los aspectos, llevamos una vida tranquila como se corresponde a un pueblo rural", cuenta el regidor
La suerte quiso que el Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad dejara el año pasado en la pequeña localidad lucense de A Fonsagrada unos 450 décimos premiados con el Gordo, nada menos que unos 180 millones de euros.
Un año después, en la víspera del sorteo del 2023, nadie diría que este pueblo de la montaña de Lugo es millonario, más bien todo lo contrario.
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“No ves ningún coche de alta gama ni mansiones”, cuenta a Informativos Telecinco el alcalde del Concello, Carlos López, eso sí, como no podía ser de otra manera, “la gente está contenta, está deseando que vuelva a tocar”, prosigue.
El edil de A Fonsagrada explica que no se ha notado demasiado que haya tocado tanto dinero en la localidad: “Ha habido alguna rehabilitación en las viviendas y algún vecino habrá invertido una parte en algún piso o negocio pero con mucha moderación”, detalla.
“Estamos igual que siempre”
“Somos moderados en todos los aspectos, llevamos una vida tranquila como se corresponde a un pueblo rural, un pueblo de montaña”, concluye el mandatario.
Los vecinos y vecinas consultados corroboran las palabras del edil: María Luisa Fernández apunta que “estamos igual que siempre”. Ella fue agraciada con un décimo y siguió con su vida normal; a sus 59 años y trabajando en el negocio desde los 10, afirma que “si tengo suerte y me toca otra vez después sí que paro de trabajar”. Mientras tanto María Luisa, igual que sus afortunados vecinos, agradece el pellizco porque “es una tranquilidad” pero no piensa en lujos ni en despilfarros: “No se nota en el pueblo que tocara la Lotería, no como pasó en San Antolín que les tocó el Gordo y desapareció casi el pueblo”, recuerda.
La gente sigue trabajando sus explotaciones ganaderas y sus negocios, esa es la tónica dominante en la localidad. Los vecinos explican el motivo: “Aquí somos ahorradores, no somos gente de gastar”, aseguran, “seguimos igual que antes de tocar”.
Y es que, a la hora de hablar del Gordo, los agraciados son cautos: “La lotería es para seguir trabajando” añade otro afortunado, “hay que gastarlo con sentidiño porque es dinero que viene del aire entonces se va rápido”, asegura.
“La gente aún está pensando qué hacer con el dinero”
Otilia Díaz es la lotera que repartió el premio entre sus paisanos. Los 450 décimos del 05490 se vendieron íntegramente en su administración, situada en la Avenida de Galicia número 15; la única que hay en el pueblo.
Además de repartir los millones, Otilia fue una de las afortunadas y tampoco su vida cambió demasiado, por no decir nada: “Yo fui agraciada y también seguí trabajando. Es una ayuda grande porque ahorrar ese dinero trabajando es muy difícil pero ¿qué vas a hacer, dejar de trabajar?”.
Todo lo contrario, Otilia ha trabajado este año más que nunca: “Aumentamos mucho las ventas, no creí que sería para tanto pero tuvimos que aumentar el pedido unas siete u ocho veces porque no dábamos abasto”, explica, “fue una locura”.
La lotera también confirma lo que algunos sospechamos al llegar al pueblo: “Les tocó a muchos peregrinos que pasaban por aquí, así como a turistas y excursionistas que también compraron”, y es que de los 450 boletos vendidos, sólo se depositaron 100 en los bancos de la zona, el resto estuvo muy repartido.
Se comenta que algunos incluso depositaron sus boletos premiados en bancos de Lugo capital, para que no se sospechase de su nuevo poder adquisitivo. “La gente aún está pensando qué hacer con el dinero”, concluye divertida.
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