Acaba con su coche encajado en unas escaleras de Pontevedra por hacerle caso al GPS

Hacerle caso ciegamente al GPS sin tenerlo correctamente actualizado es un riesgo que a veces puede tener mayores consecuencias que un simple retraso en la hora de llegada a nuestro destino.

Puede suceder, por ejemplo, que acabes bajando unas escalinatas en plena zona monumental pese a estar colocadas las señales de prohibición.

Esto, que parece sacado de una comedia de acción, es lo que últimamente está sucediendo en la ciudad de Pontevedra, donde algunos conductores han sufrido este tipo de incidentes con sus vehículos. Sin ir más lejos, este viernes el sistema de navegación llevó a un conductor a encajar su coche en las escaleras de la Ferrería, como podemos ver en el vídeo publicado por el diario en la red social X.  

Dice La Voz de Galicia en su edición de Pontevedra, que a menudo son muchos los vehículos que, “haciendo caso omiso a la prohibición”, acceden al centro de la ciudad por calles o avenidas que llevan unos años cerradas al tráfico. Dichos conductores se ven obligados a maniobrar para dar la vuelta y regresar por donde han venido pero en algunos casos acaban encajados en las escalinatas de ciudad.

“No son casos puntuales”, aclaran, “sino que se repiten con cierta frecuencia” sobre todo en la plaza que se ve en el vídeo y en otros puntos del casco histórico pontevedrés.

En algunos casos, apunta el redactor, “la culpa es de una falsa confianza de quien conoce la zona pero lleva tiempo sin venir”, pero en otros, continúa, “la situación es consecuencia de seguir ciegamente las indicaciones que va dando el GPS”.

Algo parecido les sucede no pocas veces a los camioneros, que por las dimensiones de sus vehículos acaban encajados entre viviendas o entre los quitamiedos de estrechas carreteras secundarias, como le sucedió a este conductor lituano en una carretera de Ferrol.

Las condiciones climatológicas no ayudan

Además de llevar actualizados los navegadores y hacer siempre caso a la señalización, conviene tener en cuenta que las condiciones climatológicas pueden dificultar la visibilidad hasta el punto de impedir ver lo que tenemos a pocos metros,  por lo que detenerse o reducir la velocidad es la recomendación que dan los especialistas en estos casos.