El pasado 1 de septiembre se cumplieron 10 años del asesinato de Elisa Abruñedo, una vecina de Cabanas que, tal y como hacía diariamente, salió a pasear por el entorno de su aldea pero nunca pudo regresar a casa.
Su cadáver apareció un día después a unos metros de una carretera cercana a su vivienda, un lugar que se peinó el mismo día de su desaparición y que llevaba a pensar que había sido colocado allí.
Desde entonces la Guardia Civil no ha dejado de investigar el caso que encerraba no pocos interrogantes, y no ha parado hasta dar con la persona que violó y acuchilló a Elisa, un asesino que la prensa local conoce como “el asesino silencioso” porque aun teniendo su ADN no tenía antecedentes ni constaba en las bases de datos policiales ni nadie había visto nada. Tampoco se encontró el arma del crimen, ni se pudo dar con la descripción del vehículo y apenas se encontraron huellas que sirviesen para identificar al asesino.
La investigación, desarrollada por Agentes de la Comandancia de A Coruña y de la Unidad Central Operativa a lo largo de estos diez años, sufrió demoras por la pandemia pero nunca se cerró y ha concluido exitosamente.
Los agentes encargados del caso han detenido en la mañana de este martes a un vecino de Narón como presunto autor del brutal asesinato. Se trata de un vecino de la víctima, de 49 años de edad, que según confirman “estaba en el foco de la investigación” y figuraba entre los principales sospechosos.
Elisa tenía 46 años cuando desapareció el 1 de septiembre del 2013, y su presunto asesino 39.
La investigación, dirigida por el Juzgado de Instrucción nº 2 de Ferrol, se encuentra bajo secreto de sumario por lo que las fuentes consultadas no han podido concretar los motivos que han llevado a detener ahora a este individuo.