Josep Boan Rosanes falleció en un accidente de circulación en el municipio coruñés de Dumbría el pasado 9 de agosto de 2020.
Tres años después, y con el dolor por la pérdida todavía muy presente, la madre del joven motorista ha denunciado en redes sociales que la Diputación de A Coruña le ha remitido una factura por la limpieza de la vía que realizó el Consorcio de Bomberos tras el siniestro.
La noticia de esta “injusticia” ha corrido como la pólvora y la Diputación de A Coruña, que desconocía el alcance de su error, no ha tardado en rectificar y según cuentan a Informativos Telecinco, “en cuanto tuvieron conocimiento de estos hechos procedieron a anular la liquidación de la factura”, de la que ahora deberá hacerse cargo el condenado en su totalidad.
Dicha factura asciende a 485,50€, la mitad del importe que este organismo, gestionado entre Xunta de Galicia y Diputación de A Coruña, cobra por las 3 horas y 20 minutos de limpieza de la vía en la que se produjo el accidente.
Desde la entidad responsable aseguran que el error burocrático se debió a que “los bomberos no tenían los datos de la póliza del seguro del vehículo responsable del siniestro”, y que normalmente son las aseguradoras las que se encargan de abonar este tipo de tasas.
Desde el consorcio provincial de bomberos se han disculpado públicamente por remitir la tasa al conductor fallecido, un fatídico error que ha avivado y acrecentado el dolor de la familia del fallecido, y en especial de su madre, María Pilar Rosanes, que busca consuelo en el cariño de sus cerca de 7.000 seguidores en Twitter, donde hizo pública su historia.
Josep Boan Rosanes murió arrollado por un turismo que invadió el carril por el que circulaba con su moto el 9 de agosto de 2020. Su padre, que circulaba en otra motocicleta detrás de él, presenció cómo la colisión resultaba mortal para su hijo, de tal sólo 20 años de edad.
El conductor del vehículo fue condenado a dos años de cárcel y tres y medio de retirada de carné por un delito de homicidio imprudente grave.
Ahora es su madre, María Pilar Rosanes, la que lucha incansable para que cambien las penas por este tipo de delitos y para que su hijo no sea sólo un número más en las estadísticas de fallecidos en las carreteras.