Ser rico y famoso, esas eran las metas en la vida de en torno al 80% y el 50% de un grupo de milennials que fueron entrevistados en 2015 para conocer qué es lo que hace felices a los jóvenes. "Nos bombardean con imágenes de lo más importante en la vida. Los medios están repletos de historias sobre gente rica y famosa que trabaja para construir imperios y creemos esas historias", así comenzaba una conferencia en TED, La buena vida, Robert Waldinger, uno de los cabecillas de la investigación de la Universidad de Harvard sobre la felicidad que ha abarcado más de 70 años.
El psiquiatra estadounidense es el cuarto al mando de El estudio sobre desarrollo en adultos (Harvard Study of Adult Development), un informe que comenzó en 1938 y a lo largo de todos estos años ha analizado a 700 hombres jóvenes de distintas clases sociales. El equipo de investigadores acompañó a los participantes a lo largo de su vida, examinando su estado físico, mental y emocional, para descubrir qué se necesita para vivir una vida feliz.
Waldinger afirma que, pese a las creencias populares, la felicidad no llega de la mano del dinero y el éxito, si no que se mide en la "calidad de nuestras relaciones". "Una relación de buena calidad significa una relación en la que te sientes seguro, en la que puedes ser tú mismo. Claro que ninguna relación es ideal, pero esas son cualidades que hacen que la gente florezca", explicaba el experto.
Asimismo, el psiquiatra hace incapié en la conexión con otras personas y cómo esta no solo nos puede llevar a una vida más plena, si no a alejarnos de la temida soledad.
Sin embargo, para poder estudiar la evolución de la felicidad de una persona, había que conocer su pasado y analizar las decisiones que toma un individuo y cómo estas afectan a su futuro.
"¿Y si pudiéramos observar vidas enteras a medida que se desarrollan en el tiempo?", se pregunta Waldinger. Y eso fue lo que hizo. El experto, junto a todo un equipo de profesionales en materia de psicología investigaron la vida de cientos de personas desde su adolescencia hasta la vejez para determinar "lo que realmente los mantiene felices y saludables".
El estudio de Desarrollo adulto siguió de cerca la vida de más de doscientos estudiantes de Harvard y, en otra línea paralela del documentos, también analizaron a más de 400 jóvenes que vivían en barrios pobres de Boston. “Una y otra vez en estos 75 años, nuestro estudio ha demostrado que la gente a la que le va mejor es aquella que se apoya en las relaciones con su familia, amigos y con la comunidad”, destacaba.
En el marco de la investigación, Waldinger ha revelado algunas cuestiones que deben plantearse al hablar de felicidad: "¿Estoy haciendo cosas que tienen un significado para mí? ¿Estoy haciendo cosas que me hacen sentir que importo en el mundo?".
La conclusión, tanto para el académico como para el estudio, ha sido clara: "El mensaje más claro de estos 75 años de estudio es este: Las buenas relaciones nos hacen más felices y más saludables".
Son estas conexiones sanas las que evitan recaer en la soledad, a pesar de que, tal y como afirma el propio psicoanalista, podemos sentirnos solos rodeados de multitud de personas o incluso en el matrimonio. Ante esto, Waldinger defiende que no se trata de la cantidad de las relaciones ni si tienes pareja o no, si no que lo que prima es "la calidad".