A los agentes de la Ertzaintza, que esta semana han detenido a un hombre por allanar una vivienda unifamiliar en la localidad vizcaína de Ugao-Miraballes, difícilmente se les olvidará la escena que se encontraron al entrar al chalet.

En un sofá plácidamente dormido estaba el sospechoso. Los policías tuvieron que despertarle de la siesta para ponerle las esposas por haber allanado la vivienda. No es la primera vez que la policía sorprende a un ladrón dormido en el lugar del crimen, ocurrió también el pasado año en Palma.

El hombre había accedido al interior forzando una verja y rompiendo el cristal de una ventana, consigo llevaba una mochila con herramientas como destornilladores, alicates o llaves inglesas que podrían dar una pista sobre sus intenciones a la hora de entrar sin permiso y por la fuerza en una casa ajena.

Lo cierto es que el extraño, una vez dentro y por razones que se desconocen, pensó que sería una buena idea echarse una cabezadita. Se tumbó en el sofá y se quedó dormido.

Eran las 14.15 horas del pasado lunes cuando la Ertzaintza recibió el aviso de una central de alarmas, alertando de la posible presencia de extraños que habrían entrado sin permiso en la casa, en la que no estaba el propietario que se encontraba fuera.

La patrulla, que se desplazó al lugar, observó que la verja había sido manipulada y que había una ventana rota. Una persona allegada al propietario abrió la puerta a los ertzainas, quienes encontraron a un varón echándose una siesta en un sofá. Entre las pertenencias del hombre había una mochila con herramientas en su interior, tales como destornilladores, alicates, una barra de tubo y llaves inglesas. La persona fue detenida por un presunto delito de allanamiento de morada.

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