Los alumnos de un ciclo farmacéutico de Errenteria (Guipúzcoa) han desarrollado un repelente de mosquitos para combatir el Dengue que asola Perú. En 2024 se registró el mayor número de contagios de dengue de la historia, el virus infectó a más de 280.000 personas y 262 murieron por esta enfermedad, que no se transmite entre personas, sino que la contagia el mosquito Aedes aegypti.

Aceite de árbol de té, citronela y aceite melaleuca, son algunos de los ingredientes del antimosquitos guipuzcoano que no podrá ser enviado físicamente a Perú, pero cuya formulación será remitida al país para que lo puedan elaborar allí.

El dengue es, hoy en día, un grave problema de salud pública en Perú, como revela el dato de que en solo cuatro días de este pasado mes de enero se registraron 1.314 casos. Para combatir los contagios y reducir la alta tasa de mortalidad se emplea la vacunación, pero es vital la prevención.

A muchos kilómetros de allí, en la localidad guipuzcoana de Errenteria, los alumnos del ciclo superior “Fabricación de Productos Farmacéuticos, Biotecnológicos y Afines” del Centro de Formación Profesional Don Bosco han fabricado un repelente de mosquitos para hacer frente a la epidemia de Dengue en la región de Alto Piura, en alto riesgo tras las inundaciones sufridas en 2024. "En esa zona hace mucho calor y el calentamiento del planeta, sumado a las inundaciones, genera un caldo de cultivo perfecto para el dengue", señala la alumna Eider Goienetxea.

"Somos un centro de formación profesional y no tenemos a nuestro alcance todos los principios activos, pero sí podemos trabajar con aceites esenciales, cuyo olor repele a los mosquitos", explica Ane Lazkano, profesora de Química en Don Bosco.

El alumnado de 2º ciclo, en varios grupos, buscó los ingredientes para hacer la formulación basada en aceites esenciales y "en el laboratorio, lo han fabricado". Se presentaron varias formulaciones y repelentes en varios formatos, como "en loción, en spray o crema". Finalmente, entre todas las propuestas eligieron una fórmula que envasaron y etiquetaron como ‘Loción repelente de mosquito’, ‘Eltxoen Lozio Uxagarria’. La formulación del repelente lleva "agua, propilenglicol, aceite de árbol de té, citronela y aceite melaleuca".

Nerea Basterra, una de las alumnas, asegura que lo más difícil ha sido "entender la situación que viven allí, que tienen agua contaminada y que lo están pasando muy mal". Su idea era hacer "un repelente de fácil uso y económico" y propusieron una fórmula elaborada con citronela, aceite de almendra y eucalipto.

Con el repelente en la mano, sus creadores se han topado con un obstáculo, "no podemos enviarlo". La razón es que "no somos una industria farmacéutica o cosmética", por lo que "no podemos registrar el antimosquitos" ni, por tanto, hacerlo llegar a Perú. El repelente guipuzcoano no podrá llegar al Alto Piura, pero sí su formulación y también "un prospecto sobre cómo aplicarlo y cuánto dura su efectividad".

El alumnado ha trabajado también fórmulas alternativas de repelente que se podrían elaborar a partir de las materias primas de allí, “por ejemplo, allí pueden sustituir la citronela por hojas de ruda, el aceite de almendra por aceite de coco y el agente emulgente por alcohol”, explica Idoia Lasa, otra de las alumnas. Además, la colaboración ha permitido realizar una videollamada con José Luis Calle, el director del CIPCA (Centro de Investigación y Promoción del Campesinado) de Perú y resolver las preguntas y dudas surgidas en su propuesta.

Los alumnos de Don Bosco han colaborado en el desarrollo de este proyecto con las ONGs Egoaizia y Zabalketa, participantes de la Red por la Sostenibilidad Ambiental en la Lucha contra la Pobreza de Guipúzcoa.

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