A partir del próximo 26 de febrero, los primeros pacientes aquejados de covid persistente podrán empezar a recibir una atención presencial en la primera unidad que Osakidetza pone en marcha en Euskadi para tratar de manera específica a estos pacientes. Estará ubicada en el hospital bilbaíno de Basurto.

El próximo 28 de febrero se cumplen cinco años de la llegada oficial de la covid-19 a Euskadi. Aquel día de 2020, el Gobierno Vasco confirmó los dos primeros casos de contagio, lo que vino después, la pandemia, el confinamiento, las muertes, las vacunas es parte ya de nuestra historia.

Un lustro después, la incidencia de covid en el País Vasco está siendo este invierno casi "inexistente", según revelaba el consejero vasco de Salud, Alberto Martínez, en una entrevista radiofónica en Radio Euskadi.

Pese a que los nuevos contagios se han reducido hasta casi desaparecer, algunas personas infectadas por el SARS-CoV-2 han desarrollado una enfermedad grave que conlleva condiciones médicas crónicas que requieren atención integral y puede ser causa de discapacidad. Se trata del Covid persistente.

Quienes lo sufren frecuentemente presentan síntomas como la astenia, malestar general, falta de concentración y fallos de memoria, semanas o meses después de la infección inicial.

El Hospital de Basurto (Bilbao) contará a partir de febrero con una unidad de covid persistente, donde se tratará de manera específica a pacientes con esa patología. La unidad estará a cargo de Neurología, aunque se tratará de una "sección multidisciplinar". La nueva unidad comenzará el 26 de febrero a recibir a los primeros pacientes presenciales.

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