En Vitoria, quedan dos ‘realistas’ y no, no nos referimos a que escasean las personas que hacen gala de una actitud que implica aceptar las circunstancias tal y como son, sin idealizar ni distorsionar la realidad; sino que ese es el número de vecinos, a los que se conoce por ese gentilicio, que quedan en Eskibel, uno de los 61 concejos que conforman Vitoria. Labraza es, por su parte, la villa medieval amurallada más pequeña de Euskadi.
Actualmente, solo dos de cada 10 alaveses residen en alguno de los municipios de la provincia, el resto eligen la capital, Vitoria, para fijar su residencia. Pero Vitoria es mucho más que sus 31 barrios, seis distritos y 13 subdistritos. El concejo lo conforman, además, 63 pueblos que se organizan administrativamente en 61 entidades locales menores.
Esos núcleos rurales, a pesar de su cercanía a la ciudad, no corren mejor suerte que el resto de municipios alaveses y solo concentran algo más del 2 por ciento de las 261.494 personas que, en la actualidad, habitan la capital alavesa. Una población de récord tras sumar 2.686 habitantes durante 2024. En total, algo más de 5.500 personas viven, por ejemplo, en Lasarte, Betoño, Elorriaga, Aberasturi, Margarita, Gometxa o Aretxabaleta, entre otros.
En la actualidad, hay 63 núcleos de población que se distribuyen en tres zonas: este, suroeste y noroeste. Las entidades locales menores son pequeñas poblaciones dentro del término municipal y gozan de plena autonomía para gestionar sus intereses.
Al suroeste de Vitoria, a siete kilómetros y medio de la ciudad, enclavado en los Montes de Vitoria y cerca del bosque de Armentia, se encuentra el pueblo de Eskibel, en el que, en la actualidad, solo dos vecinos tienen fijada su residencia. El número de habitantes es el más bajo de todos cuantos hay en los concejos del municipio y Eskibel languidece frente a otros pueblos cercanos, como Lasarte, con el que limita al Este y que, según publica GasteizHoy, con 333 habitantes, es el segundo con mayor población, por detrás de Betoño (467 vecinos).
De Eskibel van desapareciendo los ‘realistas’, gentilicio con el que se conoce a sus moradores, y ya no hay rastro de su iglesia, patronato de los señores de la casa de Esquibel, dedicada a San Lorenzo y en la que, según detalla el Ayuntamiento de Vitoria en su página web, “se situó una bella escultura de la Virgen, conservada en el Museo de Arte Sacro”. Pero, en pie aún queda en un monte próximo el Castillo de Gomecha o Esquível, “antigua torres fusileras o de señales”, vestigio de otras épocas que recuerdan que esta zona fue “lugar de trasiego y escaramuzas durante la guerra de la Independencia Española a principios del siglo XIX y sobre todo en 1875 durante la Segunda Guerra Carlista, donde fue roto el cerco carlista a Vitoria-Gasteiz”.
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