La bruma confiere al lugar un halo mágico, el silencio solo roto por el crujir de las ramas y las hojas que alfombran el terreno nos transporta a una especie de cuento. Los más entregados casi creen ver en el lugar algún personaje de la mitología vasca. Hace frío, pero es normal porque estamos en pleno mes de noviembre. Quizá la época más idónea para disfrutar de este paraje único situado en pleno corazón del País Vasco: el Hayedo de Otzarreta.
Este pequeño bosque adquiere en estas fechas una gama de tonalidades ocres, amarillos, marrones y rojizos que cortan la respiración en contraste con los verdes musgos que tapizan la cara norte de muchos de los árboles de Otzarreta. Imponentes se alzan hacia el cielo las hayas mientras de fondo se oye el rumor del río Zubizabala que serpentea por este paraje.
Rumor roto en varias ocasiones, eso sí, por el ‘clic’ de las cámaras fotográficas, porque sí muchos visitantes en su kit montañero además de buen calzado, ropa de abrigo y una mochila con cantimplora y bocata no olvidan su cámara para inmortalizar este paisaje que “es el ‘Disney World’ de la fotografía”, describe uno de estos visitantes llegado desde Llecla en Murcia, “es uno de los hayedos más importantes de España y al verlo me queda claro porque está así considerado”.
Estas hayas sirvieron durante muchos años para que los carboneros elaboraran carbón vegetal. Para ello, cuando las hayas cumplían los 50 años se podaban a dos o tres metros de altitud. Alrededor de esas incisiones, brotaban numerosas ramas que iban cortándose cada 15 años y con esa madera se elaboraba el carbón vegetal con el que se abastecía a la industria metalúrgica.
Hoy en día la peculiar forma de estas hayas trasmochas “tan diferentes de las hayas silvestres de otros bosques” confieren parte del encanto a este paraje “idílico” y “encantador”, como lo definen algunos de sus visitantes en el que dar un paseo se convierte en "un auténtico placer” digno de “repetir”.
A las puertas del fin de semana, en pleno otoño adentrarse en este hayedo es una propuesta irrechazable para muchos vascos que, algunos por desconocimiento y otros precisamente por familiaridad, aún no se han acercado a descubrir semejante espectáculo de la naturaleza, ubicado en el Parque Natural de Gorbeia en la frontera entre Bizkaia y Álava, aunque en territorio vizcaíno.
Casi a la misma distancia desde Bilbao que desde Vitoria, 47 y 45 kilómetros respectivamente, se encuentra la localidad de Zeanuri, en el Valle de Arratia, que da acceso a este bosque en el que las hayas y también los robles son sus moradores.
Muy cerca del puerto de Barazar hay otros espacios rurales de gran valor como el bucólico Humedal de Saldropro, a los pies de las peñas de Atxuri. No hay excusa para calzarse las botas de monte y acercarse a conocer este entorno único.
Cualquier época del año es buena, tal y como muestran muchos visitantes a través de instantáneas en sus redes sociales, pero en otoño la belleza del lugar adquiere un plus difícil de explicar con palabras e incluso de plasmar en una fotografía. Lo mejor es venir para verlo. Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y conoce toda la actualidad al momento.