El artista estadounidense Paul Pfeiffer trae al Museo Guggenheim Bilbao sus incisivos vídeos: "¿Quién utiliza a quién?"

Si el visitante cierra los ojos se imagina estar en un estadio de fútbol, todos los sonidos que le rodean le llevan a visualizar es espacio bullicioso, pero al abrirlos, descubre que está en una estancia de paredes blancas y vacía. En realidad, el visitante está muy lejos del ruido y ajetreo de un campo de fútbol, ya que se encuentra dentro del Museo Guggenheim Bilbao, visitando una de las instalaciones de la exposición retrospectiva sobre la obra del artista estadounidense Paul Pfeiffer.

Pfeiffer analiza la manera en que las imágenes dan forma a los espectadores que las consumen: “Siempre surge la misma pregunta: ¿Quién utiliza a quién? ¿Es la imagen la que nos hace a nosotros o somos nosotros quienes hacemos las imágenes?". 

La muestra, organizada por The Museum of Contemporary Art de Los Ángeles, en colaboración con el Museo Guggenheim Bilbao, se podrá visitar en la capital vizcaína entre el 30 de noviembre y el 16 de marzo de 2025.

Bajo el título ‘Paul Pfeiffer: Prólogo a la historia del nacimiento de la libertad’, se reúne una treintena de obras, la presentación más amplia del trabajo de este artista en Europa, que trazan la evolución de Pfeiffer a través de piezas icónicas que se basan en la intensidad de las narrativas de los deportes y la religión, y se exhiben junto a otras obras recientes que abordan el legado del colonialismo y los aspectos identitarios que conlleva.

Uno de los creadores más influyentes

"A mí me interesan los espectáculos de masas, no solo los critico, sino que además los exploró, también me interesan las nuevas fórmulas creativas, ya que esto cambia nuestras experiencias cotidianas a nivel local no es tanto una crítica como una especie de exploración y un deseo encontrar una poesía dentro de los medios de comunicación", explicaba el propio artista. 

Definen el trabajo de Pfeiffer tanto su uso vídeo, fotografía, escultura e instalación; como el empleo de material extraído de grabaciones de conciertos, competiciones deportivas y películas que el artista edita y manipula de muy diferentes formas, con la intención de llevarnos a tomar conciencia sobre cómo las imágenes de los medios de comunicación masivos determinan nuestra percepción del mundo. 

En definitiva, esta muestra “no solo celebra la decisiva aportación de Pfeiffer al arte contemporáneo”, sino que también proporciona “un marco crítico para analizar las complejas cuestiones de la identidad, la pertenencia y la influencia generalizada de la cultura de los famosos, subrayando la relevancia de su trabajo en una sociedad saturada por los medios”.

Considerado uno de los creadores más influyentes del momento, la práctica artística de Paul Pfeiffer se caracteriza por su análisis en profundidad de la naturaleza del espectáculo, la identidad y los intrincados mecanismos empleados para la construcción de imágenes en la cultura contemporánea. Abarcando una diversidad de medios, como el vídeo, la fotografía, la escultura y la instalación, su obra le permite explorar las diferentes y complejas formas en que las imágenes definen nuestra percepción y experiencia.

Resulta clave en el trabajo de Pfeiffer su manipulación de imágenes en movimiento de eventos deportivos, conciertos de música y películas, que el artista edita con destreza mediante tecnología digital. Sus creaciones a menudo reflexionan sobre la dicotomía entre veneración y cosificación, particularmente en referencia a iconos globales, como deportistas o estrellas del pop. Pfeiffer pone de relieve los distintos roles que desempeñan estas figuras en la cultura de masas, dirigiendo la atención hacia la artificiosidad de las representaciones que proyectan los medios e incitando al público a examinar de manera crítica su propia posición en el consumo de estas imágenes.

Las instalaciones de Pfeiffer, a menudo incorporan elementos relacionados con la escala, yuxtaponiendo formatos minúsculos con otros de gran envergadura para alterar nuestra relación con la obra. Este enfoque intensifica la percepción de la presencia física de quien observa en relación con el espectáculo.

Además, Pfeiffer emplea la forma arquitectónica del estadio y otros recintos similares como un prisma crítico a través del cual examina la experiencia colectiva que entraña ser espectadores. A su juicio, estos espacios no son meros lugares de entretenimiento, sino escenarios donde se definen y cuestionan identidades sociales y políticas.

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