Investigan el desprendimiento de parte de la fachada de la torre roja de Salburua, en Vitoria

  • Alrededor de 100 metros cuadrados de revestimiento han cedido sin causar heridos

  • Se ha acordonado la acera ante la eventual caída de más trozos de fachada

  • Los desprendimientos de elementos de las fachadas se han repetido en Salburua los últimos años

La torre roja, la torre verde, la gris, en el barrio vitoriano de Salburua pocos edificios son iguales unos a otros, eso sí, muchos de ellos comparten la desdicha de haber sufrido diversos desperfectos, prácticamente desde su construcción.

Desprendimientos de elementos de las fachadas, desde placas de cristal a planchas metálicas, pasando por trozos de revestimiento arrancados de cuajo por el viento, se suceden en los últimos años.

El último episodio lo ha vivido esta pasada noche la torre roja de Salburua, tras el desprendimiento de parte de su fachada. El perímetro de este edificio de Bulevard de Salburua seguía, a última hora de la mañana de este lunes, acordonado ante el riesgo de una eventual caída de más placas de su fachada. Las fuertes rachas de viento se erigen como una de las posibles causas de este siniestro, si bien, se investiga lo sucedido porque podría haber más causas.

Según ha confirmado el Departamento municipal de Seguridad, pasadas las 00.00 horas, alrededor de 100 metros cuadrados de revestimiento se han desprendido de la fachada y han impactado en la acera. Por suerte, a esa hora, ningún ciudadano pasaba por allí y no hay que lamentar daños personales.

Viento y fallos

Aunque se ha abierto una investigación para tratar de esclarecer la causa del desprendimiento de la fachada de este edificio vitoriano, El Correo apunta a que podría tratarse al menos dos causas combinadas: el viento y el fallo de las sujeciones.

Si no fuera porque episodios similares se han registrado en otras construcciones del mismo barrio, cabría pensar que a este edificio, en concreto, le persigue la mala suerte. Primero fue la renuncia de 8 de cada 10 adjudicatarios a quedarse con una de las viviendas de la torre una vez que se terminó su construcción hace poco más de 13 años. En 2017, un vendaval desprendía los bajos de la fachada a esta torre roja y ahora, de nuevo el viento, arranca parte de las reconocibles placas rojas que revisten el edificio. 

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