Iñigo Cabacas murió en 2012 por el impacto de una pelota de goma disparada por la Ertzaintza, en Bilbao. Nunca se ha sabido qué agente en concreto realizó el disparo, pero dos sentencias judiciales determinaron que la causa de la muerte del joven hincha del Athletic fue inequívocamente el pelotazo.
De ahí, el malestar de la familia cuando este pasado lunes acudieron, invitados por el Ayuntamiento de Bilbao, a la inauguración del conjunto escultórico Atalase y descubrieron que el nombre de Iñigo Cabacas estaba bajo el epígrafe de 'casos con insuficiente clarificación'.
La instalación, situada cerca del Museo Guggenheim, incluye los nombres de víctimas de ETA, los GAL y otros grupos de violencia estatal, porque pretende "recordar y homenajear a todas las víctimas del terrorismo y la violencia política".
La familia ha solicitado, mediante sendas cartas, al Ayuntamiento y al Foro Bilbao para la Paz y la Convivencia, que “se modifique la inscripción y se adecúe a la realidad”.
La razón que habría esgrimido el Consistorio, según Euskadi Irratia, para explicar la inclusión del nombre de Iñigo Cabacas, bajo ese epígrafe en concreto, sería que tomaron como referencia los ‘Cuadernos de la Memoria’ del Gobierno Vasco. Un informe elaborado en 2014 y que, según el propio Ejecutivo autonómico, no está actualizado, por lo que se desmarcan de un error que atribuyen al Ayuntamiento.
El 5 de abril de 2012, el vizcaíno Iñigo Cabacas de 28 años de edad, estaba celebrando la victoria de su equipo en Bilbao cuando recibió un pelotazo de goma en la cabeza, tras cuatro días en coma, murió.
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