Iker Marrón, el joven con atrofia muscular que ejerce de copiloto en el Dakar de Vizcaya: "Es una pasada correr con mi padre"

  • Iker participará en su Toyota Cruiser como copiloto de su padre Iñaki

  • El sábado 9 se celebra la III edición del Dakar Todo es Posible en la zona de Las Encartaciones

  • A sus 22 años, Iker Marrón sufre atrofia muscular degenerativa tipo 2

Entre 40 y 45 vehículos 4x4 recorrerán hoy sábado, 9 de noviembre, 80 kilómetros por montaña en la zona de Enkarterri, Vizcaya, durante la tercera edición del Dakar 'Todo es Posible', organizada por la asociación Euskadi 4x4 Ayuda y Rescate y el club 4x4 Merindades.

A bordo de unos de esos coches y en el papel de copiloto viajará Iker Marrón, un joven vizcaíno de 22 años con atrofia muscular degenerativa de tipo 2 y cuyo sueño ha sido siempre poder correr el Dakar classic.

A Iker su pasión por el mundo del motor le viene de familia y, aunque su patología le impide ser él quien conduzca su Toyota Cruiser deposita toda su confianza en su padre Iñaki, quien se pone a los mandos del coche durante la prueba, y que, en su opinión, “lo hace bien”.

Es el tercer año que este vecino de Muskiz participa en este rally y “es una pasada”. Los nervios previos a la cita han comenzado ya a aflorar e Iker, que admite ponerse “muy nervioso”.

Alma de piloto

El trastorno que padece hace que “físicamente no tengo fuerza” y que “la movilidad la tenga muy reducida”. Eso le obliga a que todo a su alrededor tenga que estar adaptado, “desde el ordenador, hasta el asiento del coche”. La vida no se lo ha puesto fácil, pero Iker saca fuerzas de flaqueza para plantar cara a la atrofia muscular degenerativa. Ha cursado un grado superior de Diseño en Fabricación Mecánica y, actualmente, “trabajo en el Centro Formación Somorrostro como profesor”.

Este diseñador industrial con alma de piloto de rallies ha logrado que otros apasionados como él, del mundo del motor y de la naturaleza, organicen en tierras vascas su propio pequeño Dakar. Es una evidencia que ni el paisaje vizcaíno se parece a las dunas del desierto y que los organizadores de este dakar ‘made in’ Euskadi tienen los medios de los artífices del Rally Dakar, pero a cambio les sobran ganas e ilusión por hacer realidad el sueño de Iker. “No es una prueba deportiva, sino, más bien, un paseo entre amigos con coches que han corrido el Dakar”, matiza Josu Arrillaga, presidente de la Asociación Euskadi 4x4 Ayuda y Rescate.

"No vamos a romper el monte"

Desde que en 2022 arrancara esta prueba en Medina de Pomar, cada año se animan nuevos participantes. En esta ocasión, casi 45 todoterrenos tomarán la salida, eso sí, en grupos de cinco “para no saturar las pistas y evitar colapsar las vías”, matiza Josu, que hace hincapié en dejar claro que “no somos los descerebrados del 4x4 y no vamos a romper el monte”.

Este año, la carrera se ha vivido también en los prolegómenos del propio Dakar 'Todo es Posible', porque estaba previsto que lo organizara la Asociación Merindades 4x4 en Medina de Pomar (Burgos), pero imprevistos de última hora les hacía imposible llevarla a cabo. La celebración de esta tercera edición pendía de un hilo, pero estos aguerridos pilotos no pensaban dejar a Iker en la estacada: “Iker no se iba a quedar sin su dakar este año”. Así que contrarreloj y, en apenas un mes, han puesto a punto la nueva edición que se celebra hoy 9 de noviembre.

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