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En la época en la que los trenes de vapor llenaban el cielo de iinfinitas columnas de humo a su paso por la localidad vizcaína de Balmaseda, los maquinistas de la línea ferroviaria de La Robla, que unía Bilbao con León, aprovechaban el vapor de la locomotora del tren para calentar la comida en un puchero. Nacía así el plato más típico de este municipio, la ‘putxera’ ferroviaria.
Este 23 de octubre, los más madrugadores tomaron posiciones a eso de las cinco de la mañana en la plaza San Severino de Balmaseda para empezar a preparar las 'putxeras' en homenaje a aquellos operarios del tren que, utilizando el calor de la locomotora, cocinaban este sabroso y poco frugal guiso, a base de alubias, tocino, chorizo y morcilla.
Un plato de cuchara contundente con el que hacer frente a las frías jornadas de trabajo de aquellos maquinistas y operarios que cubrían la ruta entre las minas leonesas de carbón y la emergente industria vizcaína.
Las alubias y el resto de ingredientes básicos se cocinan al ‘chup, chup’ durante horas, al fuego del carbón. Lo que hoy en día daría en llamarse ‘slow food’.
En Balmaseda, este 23 de octubre se celebró el día grande de su patrón, San Severino. Desde bien temprano, las cuadrillas se reunieron en la plaza de San Severino, en torno a la iglesia, para preparar la olla ferroviaria. Las putxeras llevaban horas al fuego y el humo de las alubias sustituyó al vapor del tren donde nació ese delicioso plato de cuchara.
El Concurso de Putxeras ferroviarias de Balmaseda ha celebrado, este 2024, su 52.ª edición y es el más antiguo de todos cuantos se celebran por toda España. Este concurso en olla ferroviaria está organizado por la Cofradía de la Putxera, y este año todo lo recaudado se ha destinado a la asociación de cáncer de mama de Bilbao ACAMBI.
Además, este año, el Concurso de Putxeras ha rendido homenaje a las mujeres en la gastronomía. Así, se nombró cofrades de honor a las chefs vascas Lara Martín, del restaurante Mina (Bilbao), y Nati Orcasitas, de Casa Garras (Karrantza). Además, Emakunde, el Instituto Vasco de la Mujer, fue reconocido como cofrade de honor institucional, y el jurado estuvo compuesto exclusivamente por mujeres.
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