La Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones (APFP) denuncia que los módulos penitenciarios “se están convirtiendo en polvorines” y, como ejemplo, pone las dos agresiones que se han registrado en los últimos diez días en la cárcel alavesa de Zaballa.
El último incidente ocurrió hace ahora una semana y, según cuentan, el interno “se abalanzó hacia uno de los funcionarios, lo agarró del cuello y usando la técnica del 'mataleón' intentó estrangularle”. La llave 'mataleón' es una técnica de estrangulamiento que puede hacer perder el conocimiento a la víctima en cuestión de segundos y puede ser mortal.
“Cualquier día puede ocurrir una desgracia”, lamentan. En esta última agresión, registrada en el Centro Penitenciario de Álava, la rápida intervención de otros trabajadores consiguió que el agresor soltara al funcionario. Al parecer, y según denuncia APFP, no es la primera vez que este preso trata de agredir a un funcionario, ya que tiene antecedentes de hechos similares en otras prisiones.
Solo unos días antes, el pasado 27 de septiembre, poco antes de las cinco de la tarde, un recluso ingresó en el módulo de enfermería con una crisis de ansiedad. El interno trató de marcharse sin que le viese el médico y al no lograrlo golpeó al funcionario que le cortó el paso y a otros dos que trataron de reducirlo.
Como consecuencia de esta agresión, dos funcionarios se encuentran en situación de incapacidad temporal. Desde este sindicato han asegurado que los módulos penitenciarios “se están convirtiendo en polvorines, sin que todavía los profesionales penitenciarios hayan obtenido la consideración de agentes de la autoridad ni se contemplen como profesión de riesgo”.
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