Un preso de la cárcel de Zaballa, que estaba en prisión preventiva por agredir sexualmente a su exmujer desde el pasado año, salió de permiso durante un fin de semana y ya no regresó al centro penitenciario alavés.
La Audiencia Provincial de Álava le había condenado en 2023 por agresión sexual, amenazas, maltrato y quebrantamiento reiterado de la orden de alejamiento de su exmujer en Vitoria. El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) ratificó la sentencia y, ahora, lo ha hecho el Supremo: 12 años de prisión.
Una condena que, por ahora, no va a poder hacerse efectiva cumplir, ya que este joven de 27 años y origen argelino se encuentra en paradero desconocido desde que saliera hace dos meses de permiso de fin de semana y no regresara a Zaballa. Sobre él pesa una orden internacional de busca y captura.
En 2018, se casó con su víctima y comenzaron los celos y la violencia, por lo que un año después decidió poner fin a la relación. Mantuvieron el contacto, pero ella rechazó retomar la relación y comenzaron las amenazas, la violó, al menos en una ocasión, y rompió de manera reiterada la orden de alejamiento que le impusieron respecto a su expareja.
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