La Ley de Seguridad Ciudadana, conocida como ‘ley mordaza’, fue aprobada en 2015 por Mariano Rajoy. El texto contempla, entre otras, multas de entre 100 y 600 euros a las “faltas de respeto y consideración cuyo destinatario sea un miembro de las fuerzas y cuerpos de seguridad en el ejercicio de sus funciones”. El pacto entre el Gobierno de Sánchez y Bildu para reformar esta ley contempla la modificación de esas sanciones por desobediencia o faltas de respeto a la autoridad. Un aspecto que no ha gustado a los sindicatos policiales vascos.
Sergio Gómez de Segura, secretario general sindicato ERNE, se muestra totalmente en contra de esta reforma y asegura que va a empeorar "el día a día de los agentes". Asegura que va a haber gente que se niegue a identificarse "y solo va a ser una falta leve" o "te pueden insultar y con que luego se excuse ya no tiene ningún problema"
El PNV firmará la reforma de Ley Mordaza, ya que básicamente recoge la iniciativa que los jeltzales presentaron en 2017 y que no salió adelante, ya que la reforma quedó bloqueada. Ahora, el portavoz del PNV en el Parlamento, Aitor Esteban, anuncia que apoyarán la reforma, pero se reserva enmendarla para que se mantenga "el principio de autoridad".
La portavoz de EH Bildu en el Congreso, Mertxe Aizpurua, en una entrevista radiofónica aseguraba que la 'ley mordaza' otorgó "muchísimos más privilegios a las Fuerzas de Seguridad", eliminó "derechos a la ciudadanía" y creó "indefensión". En su opinión, se han impuesto multitud de multas "por cuestiones como una mala mirada, un pin que no le gusta a un determinado agente de policía, una camiseta reivindicativa que tampoco le gusta". Así, Aizpurua defendía que la nueva ley "garantizará y protegerá los derechos de la ciudadanía" porque "modula, regula y cambia infinidad" de aspectos de la norma de 2015.
Precisamente, en la Policía Vasca no ha caído bien el anuncio, desde los distintos sindicatos coinciden en que es una “mala noticia”, porque debilita el principio de autoridad y favorece la impunidad.
Mientras ese punto ha provocado el rechazo de los sindicatos policiales vascos, hay otras cuestiones como la progresiva retirada del uso de pelotas de goma por parte de los cuerpos policiales, que no repercutirá en las actuaciones de la Ertzaintza, que desde hace 11 años se usan otro tipo de materiales, menos lesivos, como las pelotas de foam. Desde Erne, aseguran que no funcionan igual que las antiguas pelotas de goma y que si no pueden usarse habría que incrementar el número de agentes y la formación.
El cambio se produjo a partir de la muerte de un aficionado del Athletic por el impacto de una pelota de goma. Ocurrió en abril de 2012, durante el dispositivo de seguridad desplegado ante un partido de fútbol en Bilbao, un ertzaina disparó una pelota de goma que ocasionó la muerte de Iñigo Cabacas.
Esta semana y tras años de bloqueo, el Gobierno central y Bildu han pactado la retirada progresiva del uso de pelotas de goma por parte de la policía y la modificación de las sanciones por faltas de respeto a la autoridad y desobediencia. La reforma de la llamada 'ley mordaza', la Ley de Seguridad Ciudadana, que Mariano Rajoy aprobó en 2015, se desbloquea y no gusta a todos.
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