A principios de 2023, el jefe del grupo de Drogas de la Ertzaintza en Bilbao calificó el ‘speed’ como “el mayor problema que tenemos en Euskadi y la droga que más me preocupa”. Pese a que la marihuana cada vez más tóxica y bandas organizadas también preocupan a la Ertzaintza en Euskadi.
Hermelo Molero, en una conferencia en la sede del sindicato Erne incidió en que “somos el I+D del sulfato de anfetamina. La Holanda del Sur, el centro de distribución”. Año y medio después, el análisis de las aguas residuales de una treintena de estaciones depuradoras de una decena de comunidades autónomas, corroboran las palabras del suboficial de la Policía Vasca.
Según se desprende del último informe anual del Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones, los niveles de anfetamina que arrojan las muestras de Euskadi están 30 veces por encima de las cifras estatales.
Entre las razones que explicarían el elevado consumo de esta droga entre los vascos estaría, según ha podido saber El Correo, su bajo precio. Barata y peligrosa porque “quien la consume necesita cada vez una mayor dosis para obtener los mismos efectos”, explicaba Molero en su conferencia y advertía que causa estragos en el cerebro porque “se corta con cafeína y fenacetina, un producto cancerígeno que sirve para matar babosas y que es muy peligroso para la salud”.
Las anfetaminas son, según la Encuesta sobre Adicciones de Euskadi 2023, la droga que más vascos consumen por detrás del cannabis y por delante de la cocaína.
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