Susana Martínez, autora de ‘Señaladas’: “El bullying que mi hija sufrió comenzó por las madres de sus amigas”
Susana Martínez relata en primera persona el acoso que sufrió su hija Olga por parte de las hijas de sus amigas
El libro ha supuesto “una liberación” porque “el acoso se supera, aunque no se olvida"
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“Fueron las madres de sus amigas las que empezaron todo. Las acusantes de que mi hija Olaia fuera excluida y sufriera el bullying por parte de las suyas. No les dejaban ir con ellas, jugar juntas en el patio. Le decían que era mala. Una basura. Alertaban a otras madres…”, asegura Susana Martínez
La escritora relata en primera persona en su libro, ‘Señaladas”, la lucha que emprendió por defender a su hija Olaia del acoso escolar que sufrió, no solo por sus iguales, también por parte de sus familias.
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“Era una campaña contra ella orquestada por personas adultas. Estoy convencida que el bullying comienza en casa. Los niños reproducen lo que escuchan de sus mayores”, explica.
Era una campaña contra ella orquestada por personas adultas. Estoy convencida que el bullying comienza en casa. Martínez cuenta que Olaia recibió durante cinco años insultos, desprecios y vejaciones. Cree que su hija fue utilizada por esas madres “como instrumento para hacerme daño a mí”.
“Llegaron a insultarnos en redes sociales. Estábamos señaladas. Lo denuncie al colegio y me dijeron que eso era tan solo un lío de madres”, se queja.
Llegaron a insultarnos en redes sociales. Estábamos señaladas. Lo denuncie al colegio y me dijeron que eso era tan solo un lío de madres“Cuando leí el libro me sentí reforzada”
Olaia tiene ahora 12 años y muchos malos recuerdos de aquella etapa.
“Siempre acababa sola, nadie me ayudaba. Me quitaban los libros, el boli, me insultaban. Yo estaba bien con mis amigas pero ellas (las madres) me empezaron a excluir. Lo que ellas decían lo decían luego sus hijas”, cuenta la niña.
Susana y Olaia tuvieron que abandonar el pueblo donde vivían hace cuatro años.
Es entonces cuando esta madre coraje decide contar su historia. El relato ha sido una especie de liberación para ambas.
“Ahora tengo nuevas amigas. Estoy muy bien . Cuando leí el libro de mi madre me sentí como reforzada. El bullying no se olvida pero aunque cueste, se supera”, dice la adolescente.
Ahora tengo nuevas amigas. Estoy muy bien . Cuando leí el libro de mi madre me sentí como reforzada. El bullying no se olvida pero aunque cueste, se superaLa madre de Olaia también quiere lanzar un mensaje de esperanza a las familias que están pasando por lo mismo .
“Nuestra historia es dura, no es un camino fácil, pero se sale. A mi hija le robaron la infancia. Ahora podemos decir que somos felices.
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