Arenaza, el pueblo alavés que solo tiene dos casas y cuatro vecinos

A 30 kilómetros de la capital alavesa existe un pequeño pueblo en el sentido literal del adjetivo. Arenaza cuenta con una iglesia y solo dos viviendas en su núcleo urbano, además de algunos caseríos desperdigados por los montes cercanos.

En este concejo del Valle de Laminoria, perteneciente al municipio de Arraia-Maeztu y a la Cuadrilla de Montaña Alavesa, solo viven, actualmente, cuatro personas: dos hombres y dos mujeres. Otro pueblo alavés es la villa medieval amurallada más pequeña de Euskadi.

Los únicos cuatro habitantes del lugar superan en su mayoría los 65 años y conviven en un municipio que se erigió en un llano, rodeado de montes y a orillas de un arroyo afluente del río Musitu. En Arenaza, reina la añorada tranquilidad que tanto ansían muchos urbanitas, pero no es el único atractivo de este pueblo de reducidas dimensiones, pero que cuenta con la Iglesia Parroquial de San Agustín, un lavadero, una fuente y hasta una playa.

Aquí, si hay playa

Sí, a apenas un kilómetro de distancia, Arenaza presume de tener un lago natural con la peculiaridad de que en su orilla se forma una pequeña playa de arena, y todo rodeado de bosque.

Un paraíso enclavado en pleno corazón de Álava, a 848 metros de altitud, y que, a día de hoy, tal y como informa Gasteiz Hoy, es lugar de residencia de cuatro personas, que resisten a la despoblación de los núcleos rurales y el magnético poder de atracción que en esta provincia ha ejercido Vitoria sobre los vecinos de los pueblos del resto del territorio. Ellos, dos mujeres y dos hombres, incombustibles, siguen viviendo en Arenaza. Mientras lo hagan, el pueblo seguirá vivo.

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