El saharaui retenido en Loiu regresa, tras ser hospitalizado, al aeropuerto donde espera su deportación
Esta pasada noche ingresó en el Hospital de Cruces con una crisis nerviosa
Recibió el alta de madrugada y de vuelta a Loiu espera a ser deportado este viernes
El joven saharaui retenido en el aeropuerto de Bilbao inicia una huelga de hambre: "Resisto por mi derecho al asilo"
Tras 12 días sin salir de Loiu, el saharaui retenido en el aeropuerto ha salido esta pasada noche directo al Hospital de Cruces. Ha ingresado sobre las 11.20 horas con una crisis nerviosa, tal y como apuntan fuentes de la Policía Nacional, pero los médicos han confirmado que su estado de salud era bueno y a las 2 de la madrugada retornó al aeródromo bilbaíno.
En huelga de hambre, tras ser rechazada su petición de asilo político y después de que la Audiencia Nacional rechazara el recurso que presentó su abogado, parece difícil que logre esquivar su traslado este mismo viernes a Tánger en un vuelo desde Bilbao.
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El joven de 24 años llegó a Bilbao el pasado 23 de junio en un vuelo procedente de Marruecos. En Loiu, comprobaron que este pasajero de nacionalidad marroquí no tenía los documentos en regla. Al parecer, su pasaporte no estaba sellado para poder viajar, por lo que se sospecha que pudo embarcar en Marruecos saltándose de las medidas de seguridad.
Un vuelo a las 15 horas
En ese momento, solicitó asilo político y tras 11 días en la sala de no admitidos del aeropuerto, el Ministerio de Interior le confirmó que sería deportado a Marruecos porque su petición de asilo no había sido aceptada. Su abogado presentó entonces un recurso ante la Audiencia Nacional que logró retrasar la deportación.
Sin embargo, la Audiencia Nacional denegó ayer mismo la medida cautelarísima solicitada en representación del joven saharaui porque no existe "un riesgo grave, inminente y actual para la vida o la integridad física del demandante", ya que no es una representante destacado de los saharauis y solo aduce haber participado en manifestaciones. Así, rechazó la suspensión de su inminente traslado a Marruecos desde Bilbao.
El joven saharaui teme acabar en prisión tras ser devuelto a Tánger y quiere evitar a toda costa su deportación, por lo que decidió ponerse en huelga de hambre. La pasada noche tuvo que ser hospitalizado por “una crisis nerviosa”, pero nada parece que vaya a evitar que esta misma tarde, a las 15 horas, sea deportado a Marruecos en un vuelo que deberá costear la propia aerolínea.
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