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Un guipuzcoano de 35 años ha muerto tras ser arrollado, cuatro días antes, por otro conductor en la GI-41, a 100 metros del túnel de Zorroaga. Los hechos ocurrieron el pasado sábado por la tarde cuando la víctima circulaba junto a su familia, su mujer y dos niños de cinco y dos años, y presuntamente tras una discusión o desavenencia de tráfico.
La familia se cruzó en su camino con un todoterreno de una empresa de rescates de montaña, al volante iba un técnico de ambulancias de 28 años.
Al parecer, una maniobra imprudente del todoterreno llevó a la víctima a tocar el claxon de su vehículo, lo que molestó al técnico de ambulancias y fue, supuestamente, el origen de lo que más tarde acabaría en tragedia.
Tras varios frenazos que obligaron a la familia a aminorar la marcha para evitar colisionar, tal y como ha podido saber El Diario Vasco del entorno familiar del fallecido, al parecer, el conductor del todoterreno encendió las luces de emergencia y obligó a la víctima a parar, a continuación, les habría embestido y finalmente arrolló a este guipuzcoano de 35 años, que se había apeado para evitar que se diera a la fuga.
No lo hizo, aceleró y se llevó por delante al padre de familia que quedó sobre el capo del todoterreno antes de caer unos metros más adelante contra el asfalto. El autor de los hechos huyó. La Policía Municipal le detuvo poco después y, actualmente, se encuentra en libertad con cargos.
La víctima, que sufrió un fuerte golpe en la cabeza al ser embestido por el todoterreno, frente al que se colocó para evitar que se fuera mientras su mujer llamaba al 112, ingresó en estado grave en el Hospital Universitario de Donostia y finalmente, el pasado miércoles falleció.
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