El abogado vitoriano Ángel Fernández de Aránguiz decía esta mañana que será la próxima semana cuando se interponga la demanda civil para que las Hermanas Clarisas de Vitoria recuperen el Monasterio de Orduña (Bizkaia). La causa es el impago por parte de las monjas de Belorado (Burgos). "Adelante", le dijeron las monjas de Vitoria cuando les propuso recuperar el inmueble ante los impagos.
El letrado aclara que este asunto es entre dos comunidades religiosas “como podría haber sido entre dos promotores inmobiliarios” y que es un asunto civil, “como tantos otros” que llevan en su despacho. Eso sí, sin tanta repercusión mediática.
La historia de las monjas ‘rebeldes’ de Belorado saltaba a la primera plana de la actualidad esta semana, envuelto en términos como ‘cisma’, ‘herejes’ o 'secta’. Muchos, por primera vez, oían hablar de Pablo de Rojas o veían a don José, el sacerdote y antes barman que ha ejercido de portavoz de las religiosas. Pero, el caso llegó mucho antes a manos de Fernández de Aránguiz. En concreto, las monjas clarisas de Vitoria acudieron a finales del mes de marzo a su despacho y entonces solo era un asunto inmobiliario.
La venta del Monasterio de Santa Clara en la localidad vizcaína de Orduña se fijó en 1,3 millones de euros. Las religiosas de Belorado abonaron 100.000 euros a la firma y hasta noviembre del 2022 no tenían obligación de empezar a pagar 75.000 euros semestrales. Cosa que nunca hicieron. “El impago se repitió durante tres plazos: noviembre de 2022, mayo de 2023 y noviembre de ese mismo año”, explica el abogado. Ante esa situación, el pasado marzo las clarisas de Vitoria solicitan ayuda al abogado que les recomienda “recuperar la propiedad del inmueble” y ellas le responden “pues, adelante”.
En este sentido, se redacta un requerimiento notarial para notificar la resolución del contrato de compraventa y se les emplaza a las partes, el 7 de mayo, a firmar la escritura pública de resolución de la compraventa. Comparecieron las dos ante el notario de Vitoria, Francisco Rodríguez-Poyo, “pero, en lugar de firmar la resolución, se firmó un acta notarial de disconformidad”. Así, las cosas, el abogado de las monjas vitorianas considera que “no queda otro remedio que acudir a la vía judicial”.
Las clarisas de Belorado, que recientemente han asegurado que no están secuestradas y “no se van de la Iglesia”, pese a que en un comunicado se anunció que abandonaban la iglesia católica, habían denunciado su desacuerdo sobre la venta de un convento en Derio (perteneciente a la Diócesis de Bilbao) con el que pretendían conseguir el dinero para comprar el de Orduña. Según alegaban, la Iglesia estaba bloqueando la venta, y de ahí su ruptura, pese a que las archidiócesis de Burgos, Bilbao y Vitoria han negado haber recibido solicitud alguna.
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