El obispo excomulgado, en 2019, Pablo de Rojas Sánchez-Franco y fundador de la llamada Pía Unión Sancti Pauli Apostoli, se preparaba a primera hora de esta mañana para oficiar misa en el monasterio burgalés de Belorado, a donde se ha trasladado para apoyar a las 15 monjas (una de ellas ha abandonado el convento) que han anunciado que rompen con el Vaticano.
"El obispo celebra la misa y las atiende espiritualmente", ha explicado el sacerdote don José, que le ayuda a De Rojas en los preparativos previos a la ceremonia, y que hoy, de nuevo, ha vuelto a ejercer de portavoz de las religiosas.
Con alzacuellos y la correspondiente indumentaria eclesiástica, don José que antes se llamaba Fran y trabajaba de barman en Bilbao ha comentado que las monjas están “pletóricas”, “radiantes” y “contentísimas” tras haber tomado la decisión de abandonar la Iglesia Católica y haber pedido “ser acogidas por Pablo de Rojas”.
En este sentido, ha asegurado que “están en manos de Dios” y que “no tienen miedo ninguno”. Además, ha añadido que el que debería “estar más nervioso” es el obispo de Burgos, Mario Iceta, porque ha estado “tratando de hacerles la puñeta” y “15 monjas le han plantado cara”. En palabras del portavoz, mientras la polémica de la ruptura de estas religiosas con Roma no cesa, ellas están trabajando porque "no dejan de recibir pedidos de trufas".
El portavoz de las monjas amotinadas de Belorado tuvo otra vida, antes de convertirse en sacerdote. Una, muy distinta a la de recogimiento y oración actual. Según publica El Correo, don José, que entonces se llamaba Fran Caecero preparaba cócteles y llegó a presidir la asociación de bármanes de Bizkaia. Natural de Linares (Jaén), era muy conocido en el mundo de la noche bilbaína. Tal era su talento que él se encargó de los cócteles que se sirvieron en la fiesta posterior a la entrega de los premios MTV, que se celebraron hace siete años en el BEC de Barakaldo (Vizcaya).
En su nuevo papel de sacerdote habla, alto y claro, cuando le preguntan por aquellos que piensan que la Pía Unión Sancti Pauli Apostoli es una secta: “Que estudien y se dejen de tantas redes sociales, la historia está ahí”.
El motivo de la ruptura de la comunidad de clarisas de Belorado con la Iglesia Católica es un desacuerdo sobre la venta de un convento en Derio (Vizcaya) que las monjas pretendían vender para comprar el monasterio de Santa Clara de Orduña, perteneciente a la Diócesis de Vitoria con la que aseguran tener un acuerdo de compraventa.
La madre abadesa sor Isabel de la Trinidad, en nombre de todas las religiosas, pertenecientes a la Orden de Hermanas Pobres de Santa Clara, acusan, en una nota, a Roma de no querer concederles licencia de venta del convento de Derio y de no permitirles "cumplir con los pagos" del Monasterio de Orduña y rescindir el contrato de compraventa, de este último monasterio, "sin previo aviso", después de tres años.
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